CHUQUISACA
Entre enero y febrero de este año, se denunciaron 19 casos de violación a infantes, niñas y adolescentes y 18 hechos de abuso sexual, que atentan contra el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos.
Hoy se conmemora el Día Internacional de la Mujer, con la preocupante vulneración del derecho a vivir sin violencia, debido al incremento de feminicidios, violaciones y abusos sexuales perpetrados contra infantes, niñas, adolescentes y adultas.
La representante departamental del Defensor del Pueblo en Chuquisaca, Juana Maturano, manifestó que las estadísticas sobre casos de violencia contra la mujer son alarmantes en Bolivia: más del 90% de las agresiones sexuales tienen como víctimas a niñas y adolescentes de entre siete y 15 años; la mayor parte de los infanticidios tuvo como víctimas especialmente a niñas entre cero y seis años, en 2014 se registraron 73 casos de este tipo en el país.
De igual forma, la violencia es creciente al interior de los hogares, en pasados años alcanzaba al 60%, ahora sobrepasa el 80%. Se estima que más del 83% de niñas y adolescentes sufren algún tipo de maltrato en el seno de sus familias.
En Chuquisaca, la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV) informó que entre enero y febrero de este año atendió 526 casos de violencia familiar doméstica, la mayoría por agresiones físicas y psicológicas, ocurridas en Sucre.
Asimismo, se denunciaron 19 casos de violación a infantes, niñas y adolescentes y 18 hechos de abuso sexual. Estos hechos también son atentatorios al ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos, manifestó Maturano.
Según esta autoridad, pronto concluirá el primer trimestre del año y no se vio ninguna acción que visibilice las dos declaratorias de alerta (emergencia por el incremento de casos de violencia) que en 2014 anunciaron de acuerdo a la ley 348, la Asamblea Legislativa Departamental y luego la Alcaldía de Sucre. “La Gobernación y la Alcaldía debieron implementar acciones en toda su estructura institucional con la asignación de recursos económicos, incluso extraordinarios, hasta revertir los resultados con acciones de prevención, protección, investigación y sanción. Pareciera que las autoridades sólo están observando desde el palco, no hay una decisión política”, lamentó.
La constante vulneración a la integridad, dignidad, libertad, al trabajo, a vivir una vida libre de violencia estipulada en la Constitución Política del Estado, desvela que la mayor debilidad del Estado estaría en que no se hace cumplir las normas.
“Existe una mayor conciencia de denunciar la violencia, acción que debe continuar para revertirla, pero sin el concurso decidido de las autoridades no se podrá lograr debido al sistema patriarcal que persiste en Bolivia”, remarcó.
LA IGUALDAD DE OPORTUNIDADES ES VITAL PARA EL ÉXITO
Otro tipo de vulneración de los derechos de las mujeres son los obstáculos sociales, económicos y culturales a los que se enfrentan diariamente.
Ahora, con el apoyo de algunas instituciones, las mujeres pueden revertir esta situación, como el caso de Ambrosia Guzmán, una chuquisaqueña a la que sus padres le privaron del derecho de asistir a la escuela, para que trabaje en las labores de casa y cuide a sus hermanos menores.
Pese a esa carencia, Ambrosía hoy es la mejor productora de El Villar, ganadora de varias ferias agrícolas municipales y admirada por ser la impulsora de la mejora y diversificación de la producción en su municipio.
“Soy madre de tres hijos y dos hijas, actualmente trabajo en la agricultura. Al principio sólo me dedicaba a limpiar la casa, cocinar, lavar la ropa y atender a las gallinas, vacas y chivas.
Mi esposo era el que asistía a las reuniones de la comunidad y de la asociación de productores, a mí no me dejaba ir hasta que Ayuda en Acción y PASOS nos dieron talleres comunales, nos informaron sobre nuestros derechos y que no sólo los hombres deberían aportar a la economía familiar.
Una vez que conocí mis derechos, ya no permitía que mi marido me prohíba ir a las reuniones; entonces vamos juntos. Gracias a las capacitaciones en producción agrícola y actividades económicas me convertí en una productora líder y promotora agropecuaria de mi comunidad; todo lo que sé les enseño a otras mujeres; participé activamente en la implementación de huertos familiares en mi comunidad y lideré propuestas para mejorar la producción de maní y ají.
Ahora con mi esposo hacemos todo el trabajo, nos reunimos para planificar lo que vamos a sembrar, los productos y el precio de lo que vamos a vender y yo administro el dinero. ¡Me siento orgullosa de ser mujer; mis hijos, mi esposo y las familia de mi comunidad me valoran por lo que soy y por lo que hago!”.
Fuente: Fundación PASOS y Ayuda en Acción en Bolivia.
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