Desigualdad. Esta diferencia salarial podría solucionarse, según el informe de la OIT, si se combinan las políticas de cada país, promoviendo las ayudas sociales a las familias en materia de empleo. Esto se traduce en medidas destinadas a programas de empleo directo o apoyo a sectores desfavorecidos como las madres.
Brecha salarial. En el caso de la maternidad, el estudio señala que la brecha salarial aumenta con el número de hijos de la mujer. En muchos países europeos, el hecho de tener un hijo tiene un pequeño efecto negativo; pero, en el caso de tener dos o más, provoca una sanción salarial. En concreto, las madres pueden llegar a ganar en Reino Unido un 25% menos que las mujeres sin hijos, un 15% en el caso de Alemania, un 10% en Portugal y un 5% en España.
Detalle. Este estudio publica que la diferencia entre el salario de hombres y mujeres no solo no está justificada por causas objetivas, sino todo lo contrario. Hay países, como en el caso de España y Noruega, en los que las mujeres deberían cobrar más que los hombres, si se tienen en cuenta sus capacidades productivas. La discriminación se ha reducido en los últimos años, sobre todo durante la crisis, debido no a un aumento salarial de las mujeres, sino a una bajada en los sueldos de los hombres.
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