Nunca lo han querido reconocer, incluso los jefes guerrilleros tachan las informaciones de propaganda difamatoria contra ellos. Pero los estremecedores testimonios de guerrilleras que EL MUNDO ha conocido a lo largo de los años y el grueso expediente que la Fiscalía General de la Nación presentó recientemente, evidencia que los abusos sexuales, la discriminación hacia la mujer y los abortos forzados fueron norma en las FARC.
"En las FARC había una política orientada a la violencia sexual contra la mujer pero también encontramos casos documentados contra hombres", dijo en la presentación del informe, que recoge 232 casos, el vice-Fiscal Jorge Perdomo. En sus investigaciones hallaron casos de violaciones de niñas menores de cinco años.
En lo que recibían idéntico trato hombres y mujeres era en los juicios por indisciplina e intento de fuga. De ser declarados culpables, con independencia de su género, morían acribillados a balazos. Numerosos guerrilleros que lograron escapar así lo relatan. Miles de menores de edad se incorporaban a las filas, unos voluntarios, atraídos por el uniforme o huyendo de los malos tratos en sus miserables hogares, y otros obligados. Pero en cuanto comprobaban que la vida real en los campamentos en nada se parecía a la que habían soñado, empezaban a planear su huida.
"La mujer no vino a la guerra a parir, sino a combatir"
El deseo de ser madre fue una de las razones que empujó a muchas chicas a escapar. En la VIII Conferencia que celebraron las FARC, concluyeron que las que quedaran embarazadas debían abortar, quisieran o no hacerlo. "La mujer no vino a la guerra a parir sino a combatir", decían.
Uno de los que practicaron decenas de abortos, en su inmensa mayoría forzados, vive hoy en España. Héctor Albeidis Arboleda reside desde 2014 en el barrio San Blas de Madrid. En Colombia la justicia le espera para que responda por más de medio millar de abortos obligados. En los últimos dos meses le han sumado nuevos casos a los que ya le tenían probados. Según consta en el trabajo de la Fiscalía de Pereira, en donde vivía antes de cruzar el Atlántico, trabajó para 11 Frentes de las guerrillas, no solo de las FARC.
"Vi que me salió el bebé. Estaba bien formado, tenía sus manitas, sentí que le palpitaba su corazón como un minuto", narraba una de sus víctimas. Reclutada siendo niña, fue violada por un comandante. "Nunca había tenido relaciones con un hombre, era virgen, y a los ocho meses de estar allí un comandante me dijo que si lo dejaba tener relaciones me dejaba ir para la casa. Pensé que era verdad y me violó a la mala, en una guardia y al mes me di cuenta de que estaba preñada".
De "Burdo montaje de la Fiscalía", calificó Iván Márquez las publicaciones sobre Arboleda en su momento, pero el aluvión de pruebas recogidas en los ordenadores incautados a diferentes comandantes así como declaraciones de antiguas guerrilleras, aún traumatizadas por sus trágicas vivencias, son irrefutables.
"La planificación es obligatoria y en los casos de embarazo realizar el legrado. Mantener el secreto de las áreas de los hospitales", rezaba una de las órdenes por escrito que dejó el 'Mono Jojoy', número dos de dicha banda terrorista hasta que el Ejército le abatió.
La Fiscalía ha documentado incluso abusos sexuales contra niñas menores de 10 años, puesto que las FARC no ponían límites a la edad de reclutamiento. Tras cuatro años de negociaciones, los delegados de las FARC en Cuba todavía persisten en negar las evidencias y más bien aseguran que su organización armada es ejemplo del respeto a la equidad de géneros
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