"Este es un trabajo de años que ayuda a fortalecer las capacidades y potencialidades de las niñas y que ejerzan sus derechos", dijo la coordinadora del programa, Mónica Guevara.
Este proyecto inició desde 2011 con la alianza de Plan internacional, Fe y Alegría, Centro de investigación y Promoción Educativa, Gregoria Apaza, Nicobis, entre otras instituciones que dieron vida a este proyecto que junto a las familias de las niñas ayudaron a que las jóvenes se capaciten sobre sus derechos para ejercerlos.
En estos cuatro años ya trabajaron con alrededor de 100.000 niñas de 51 municipios de 14 a 24 años y luego las jóvenes se vuelven líderes en sus comunidades que vela por los derechos.
Las tres grandes temáticas de interés del programa es la educación, la participación y la protección y trabajan de forma integral para que las jóvenes se capaciten es estas temáticas.
El coordinador de la Organización Plan Internacional, Edgar Dávila, manifestó que las jóvenes después de entrar al programa ellas mismas organizan sus propios consejos juveniles en las que también forman a otras niñas convirtiéndose en referentes en sus comunidades.
Demandas de las jóvenes
Ayer se abrió un espacio de debate en la que participaron el ministro de Educación, Roberto Aguilar, la diputada Valeria Silva, el director de juventudes, Dante Escobar, la presidenta de la red parlamentaria por la niñez y adolescencia, Máxima Apaza, entre otras autoridades en la que escucharon las demandas de las jóvenes.
Las niñas le pidieron a las autoridades mejores condiciones de infraestructura en los colegios, profesores que sean especializados en áreas de estudio para mejorar la calidad educativa, la incorporación de psicólogos en las unidades educativas, incentivar becas.
También pidieron una asignatura que se dedique a la orientación en derechos sexuales y reproductivos en la información de los maestros, modificar el requisito de personería jurídica para las organizaciones juveniles, garantizar espacios de participación de jóvenes, normas de mayor sanción a violadores y asesinos de niñas, mayor asignación presupuestaria para los servicios de protección a la mujer, entre otras.
Las autoridades se comprometieron a dar solución a las demandas y contaron con el apoyo de todos ellos.
Impacto
El impacto de este programa en la vida de las niñas ha cambiado su forma de pensar impulsándolas a trazarse nuevos objetivos en la vida.
Micaela Aracena de 14 años, representante de Oruro, ya está dos años en el programa y ayudó a varias de sus compañeras con información sobre la participación de las jóvenes en diferentes espacios.
"Nosotras tenemos voz, una opinión que es igual de importante que de cualquier personas y se debe respetar", expresó.
Por su parte, Roxana López, de 14 años, proveniente de Sica Sica dijo que el programa cambió su vida antes pensaba que su vida podía estar reducida a soportar ver violencia en su comunidad, que ahora puede y tiene derecho a estudiar de la misma manera que los hombres y proyectar su vida, ella quiere ser comunicadora social.
"Ha cambiado completamente mi vida, ahora conozco los derechos y que las mujeres somos personas, tenemos las mismas cualidades no somos más ni menos somos iguales".
Para Cassandra Paredes, también de 14 años, lo mejor del programa es que le ayudaron a conocer la importancia de la planificación en la vida. "Cada uno es dueño de lo que una quiere, nos han enseñado que es importante tener un proyecto de vida y que es importante planificar y proyectarse hacia el futuro siempre con nuevas metas", agregó.
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