En ello coinciden quienes tratan este tema en El Alto, ciudad en que se cometió el último feminicidio del país, el de María Isabel Pillco, fallecida por una hemorragia interna producto de una brutal golpiza.
La trabajadora social del Centro de Información y Desarrollo de la Mujer (CIDEM) de El Alto, Janneth Casanova, notó que en la mayoría de los casos de violencia que atendió, un 60%, los agresores fueron "educados” con violencia. "El varón desde niño vivió en una familia violenta y reproduce esto con su familia, con su pareja”.
El director de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV), Iver Esprella, comparte la aseveración. Los hijos observan la conducta violenta de sus padres y la copian de adultos.
La "naturalización” de la violencia es tal en algunas ciudades de Bolivia, como en El Alto, que "cuando una mujer es agredida y denuncia a su marido, la familia de la mujer le reclama, le dicen cómo va a denunciar a su marido si tiene derecho a pegarle”, contó Esprella. Acotó: "hay casos en los que el padre no quiere recibir de nuevo a su hija porque tiene marido y debe regresar con su marido, por eso se casó, que importa si la pega”.
Casanova advirtió que a veces los agresores provienen de una familia no violenta, pero donde hubo descuido de los hijos. "Hubo abandono. Me apego a la pareja y si algo me molesta la golpeo, porque no aprendí a dialogar”.
El nivel de instrucción también influye -aunque es muy relativo- en la inclinación a la violencia porque se tuvo menos oportunidades de compartir experiencias con otros contextos ajenos al propio.
La secretaria de Género Generacional del Distrito 4 de El Alto, Eliodora Poma, además de la educación, dijo que el excesivo consumo de alcohol es otro factor para recurrir a los golpes.
Ella sostuvo que, además de lo mencionado, el rol social asignado al varón en un ámbito patriarcal lo posiciona como alguien con derecho a abusar. Pero esto cambia con el tiempo, opinó Esprella, y nosotros debemos cambiar.
La solución está en la educación. "Lamentablemente no existe una escuela de padres, pero en la escuela y universidades deben insertarse materias para prevenir la violencia”, manifestó Casanova. Esprella opinó que se debe "desnaturalizar” la violencia y enseñar a la mujer que ella pone los límites, que debe denunciar cualquier tipo de agresión.
Casos recientes
Beni El martes 14 de octubre Darwin Owale apuñaló a su pareja, Vanessa Pedraza, en la cocina del restaurante que ella atendía. Después se clavó dos cuchillos, uno en el cuello y otro en el vientre. Fue sentenciado a 30 años de cárcel en tiempo récord.
El Alto El 3 de noviembre María Isabel Pillco falleció por una hemorragia interna luego de sufrir una paliza aparentemente de su pareja, David Viscarra, que se encuentra con detención preventiva en la cárcel de San Pedro.
Norma La Ley 348, de marzo de 2013, establece privación de libertad de 30 años sin derecho a indulto por el delito de feminicidio, luego de un juicio oral.
De enero a octubre hubo 3.167 denuncias de agresión en El Alto
Desde enero hasta el 31 de octubre de este año la FELCV de la ciudad de El Alto recibió 3.167 denuncias de violencia, de éstas 1.207 son de tipo físico y se reportaron siete feminicidios.
Ante estas cifras, que son sólo una porción de los casos en todo el país, el director de la FELCV de esta urbe, Iver Esprella, insistió en que las mujeres deben adquirir la cultura de la denuncia.
Pero las víctimas muchas veces temen que si denuncian la represión será peor. "Muchas no denuncian por el temor a que la violencia sea mayor, no sólo para ellas, sino para todo su entorno familiar”, dijo la trabajadora social del CIDEM, Janneth Casanova. Afirmó que el miedo puede explicarse por la inseguridad de que su denuncia tendrá sentido y si recibirán protección, pese a esto "no se justifica” el guardar silencio.
De acuerdo con el reporte del Observatorio del CIDEM, en el primer semestre de este año en todo el país se reportaron 98 asesinatos cuyas víctimas fueron mujeres, de los cuales 59 son feminicidios y 39 muertes violentas por inseguridad ciudadana.
El departamento donde más casos se presentaron es Cochabamba, con 21 feminicidios, le sigue La Paz con 16 y Santa Cruz en tercer lugar con ocho.
Un aspecto que resalta el reporte del CIDEM es que en el 61% de los casos este delito fue cometido por la pareja o expareja de la víctima, sea esposo, concubino o novio.
Casanova explicó que es casi una regla que antes de consumarse el feminicidio las víctimas sufren episodios de violencia anteriores. "Se inicia con los insultos, un golpe, puñetazo, hasta llegar al último grado”, dijo.
El informe del CIDEM concluye con cifras de crítica ante las autoridades. "Después de más de un año de su promulgación la norma es un simple hecho discursivo y el país continúa con los índices más altos de violencia contra las mujeres de América Latina. Cada tres días una mujer muere en Bolivia. En el ámbito judicial, el 97% de los casos quedan en la impunidad”. Se espera que el caso Pillco no forme parte de este porcentaje.
Evo ve como "gravísimo” la violencia machista
Página Siete / La Paz
El presidente Evo Morales expresó ayer su preocupación por la violencia intrafamiliar en el país después de conocerse varios casos de maltratos y asesinatos.
"En la prensa dicen la han baleado, pegando la han matado y no le echan la culpa al que ha matado, le echan la culpa al Evo Morales, ¿gravísimo verdad? Con mucho respeto a los varones: no podemos cometer semejante error y si hay algún problema se puede solucionar debatiendo, analizando...”, dijo Morales durante la entrega de una cancha de césped sintético en la población potosina de Betanzos.
Entre enero y septiembre de este año, 93 mujeres fueron asesinadas en casos de violencia machista y 62 por inseguridad ciudadana, según el Centro de Información de la Mujer (Cidem).
"La mujer agredida físicamente o psicológicamente denuncia (...) y es muy grave lo que estamos viviendo”, señaló Morales. Insistió que también es "grave” que los agresores de mujeres no sean solamente civiles, puesto que también ha habido denuncias contra policías y militares que golpearon o asesinaron a sus parejas. "Tenemos que empezar a reflexionar (para) evitar los problemas”..
Bolivia es, según datos de la ONU, el país latinoamericano con mayor tasa de violencia física contra las mujeres y el segundo, después de Haití, en violencia sexual. Aunque hay esta legislación y ya se impuso la pena máxima de 30 años de prisión a algunos autores de feminicidios, el recrudecimiento de la violencia machista ha generado preocupación en el Gobierno.
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