La película cuenta la historia de Flor (Inés Copa) y su esposo Damián (Fernando Peredo), que inician una vida como pareja en Senkata, El Alto. Con los años y después de tres hijos, la violencia contra Flor por parte de Damián se hace presente en forma psicológica, física, sexual y económica.
El ciclo de violencia aumenta después de que Damián le pide disculpas y repite las agresiones. Ello crea un efecto en sus hijos.
La hija mayor busca un escape con un enamorado, quien la presiona para tener relaciones sexuales; el hijo repite la actitud del padre y empieza a consumir bebidas alcohólicas, mientras que el más pequeño recurre a su fe para que de alguna manera las cosas cambien en su casa.
Pero será el prolongado silencio de Flor, una mujer que se ha tornado gris con los años, y una denuncia que se tardó en formular lo que la llevará a un final desolador.
La película está basada en ocho testimonios de mujeres que viven en El Alto y que han sido víctimas de diferentes tipos de violencia.
"A partir de ello hicimos la guionización, mi persona y Fernando Peredo, para ejecutar una historia que sirva para reflexionar, interpelar y sensibilizar. Son los tres valores fundamentales que tiene la película”, expresa el director y representante de Amaya Films, Henry Contreras.
El estreno de la película, que tiene una duración de 52 minutos, está programado para fines de marzo en La Paz, pero también será difundida en unidades educativas y centros que trabajen con la temática de género.
El filme contó con la musicalización del maestro Saúl Callejas e incluye composiciones del dúo Negro y Blanco, N Coma y Mc Grafo.
Además de la cinta se realizó una fotonovela que cuenta la misma historia y tiene material metodológico para analizar y debatir la película en diferentes ámbitos.
Generar un cambio
Cuando las flores hablan es un proyecto del Consejo de Salud Rural Andino, que surgió como parte del trabajo que se realiza en los distritos 8 y 10 en El Alto sobre salud sexual y reproductiva de las mujeres, y la violencia intrafamiliar.
Al observar la realidad en la que se vive la violencia contra la mujer en sus diferentes manifestaciones, se estableció la necesidad de utilizar medios como el audiovisual, la fotonovela y material pedagógico para sensibilizar, informar y cambiar una realidad innegable e indignante.
"Vimos que no había un material para sensibilizar y analizar este tema, y que esté contextualizado a la realidad de El Alto (…). Entonces, se decide hacer algo propio para analizar la realidad de este problema, causas y consecuencias con personajes de El Alto”, manifiesta la responsable de la oficina regional del Consejo de Salud Rural Andino, Irma Condori.
Amaya Films fue la encargada de realizar la película a través de la dirección de Henry Contreras. Para ello se contó con la participación de 18 actores. Cinco de ellos protagonizaron las historias que reflejan las diferentes problemáticas relacionadas al tema de género. El proyecto contó con el financiamiento de Child Fund Bolivia.
Cuando las flores hablan
El nombre de la película, como lo explica Contreras, surge porque las flores o rosas -a pesar de ser algo bello- son un elemento que forma parte del ciclo de violencia.
"Primero se trata bien a la pareja, después se la maltrata y luego se le pide perdón con rosas o flores para que nuevamente la situación se repita”, asevera el director.
Por esa razón, según explica, la idea fue asociar la belleza y delicadeza de las flores con las mujeres para que cuenten su historia.
Para el actor y guionista de la película, Fernando Peredo, representar un personaje violento no fue sencillo. "Como persona fue muy difícil; pude observar la problemática en situaciones de violencia que eran remitidas a la FELCC en la Ceja, en El Alto, y en los noticieros. Fue muy fuerte”.
Para él, la vulnerabilidad de las mujeres se da a partir de la falta de información y es eso lo que se busca cambiar, y así a su vez reivindicar al género femenino.
Por su parte, Inés Copa describe a su personaje, Flor, como una mujer indefensa, sometida y gris. "La ves cabizbaja, con un sombrero que le cubre el rostro porque tiene un golpe, un moretón o la boca hinchada”.
Según Copa, el trabajo actoral para hacer visible la violencia, que por lo general ocurre en privado y representa un tabú, no es fácil, pero es necesario.
La película no tiene un final feliz, ello porque "cuando hay violencia contra la mujer no hay vuelta atrás y eso es lo que queremos mostrar”, concluye Contreras.
"Se trata bien a la pareja, después se la maltrata y luego se le pide perdón con flores para que nuevamente la situación se repita”.
Henry Contreras, director
Cifras sobre la violencia contra la mujer
ONU Datos de la ONU revelan que en Bolivia el 80% de los casos de violencia sexual contra las mujeres se queda en la impunidad, a pesar de la Ley 348.
Casos Bolivia ocupa el segundo lugar en violencia sexual en Latinoamérica.
Denuncia En El Alto se atienden entre 40 y 50 casos por día de denuncias referentes a violencia intrafamiliar.
2014 Entre julio de 2013 y enero de 2014 se registraron 21.000 casos de hechos de violencia contra la mujer en el país, pese a la aprobación de la Ley Integral para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencia.
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