Según informó el doctor Babatunde Osotimehin, director ejecutivo del Fondo de Población de Naciones Unidas, al menos 214 mujeres y niñas, de casi un millar de rehenes que recobraron su libertad, están embarazadas.
"Algunas están visiblemente embarazadas y otras han dado positivo en las pruebas”, añadió el funcionario, quien también reveló que la mayoría de ellas requiere de atención médica y psicológica urgente y especializada pues han estado sometidas a un enorme estrés.
"Me convirtieron en un objeto sexual. Hacían turnos para acostarse conmigo. Ahora estoy embarazada y no sé quién es el padre”, dijo al diario nigeriano Daily Times Asabe Aliyu, de 23 años, una de las raptadas.
Cerca de 700 mujeres y menores fueron rescatadas la pasada semana de los insurgentes que las tenían retenidas en el bosque de Sambisa, uno de sus feudos.
El domingo en la noche las autoridades anunciaron haber trasladado a un campo de desplazados a 275 mujeres y niños en la capital del estado de Adamawa, Yola.
Traumatizadas y algunas víctimas de la desnutrición, las exrehenes quedaron en manos de la Agencia Nacional de Gestión de Emergencia, que las asiste con apoyo psicológico y trabaja para facilitar su reinserción social.
Abusos sexuales
Binta Abdullahi explicó que había estado detenida en dos sitios distintos antes de que la llevaran al bosque de Sambisa en abril.
Su testimonio se parece al de otras rehenes que hablaron sobre matrimonios forzados, abusos sexuales y maltrato psicológico por parte de sus captores. A algunas se las obligó a ir a luchar al frente.
"Nos pidieron que nos casáramos con miembros de Boko Haram, pero les dijimos que eso no era posible porque ya estábamos casadas”, dijo la joven. "Entonces nos dijeron que nos venderían como esclavas llegado el momento”, agregó.
Otra mujer, Lami Musa, de 19 años, contó haber escapado de un matrimonio forzado porque estaba embarazada, aunque sus secuestradores le dijeron que la desposarían una vez hubiera dado a luz. "Por suerte, fui rescatada al día siguiente de tener a mi hijo”, contó.
El grupo radical
Delito En Chibok, el grupo islamista secuestró a más de 200 chicas el año pasado, en un rapto que conmocionó a Nigeria y a todo el mundo. Este secuestro se convirtió en el símbolo de los raptos de los insurgentes quienes, según Amnistía Internacional, podrían haber secuestrado a unas 2.000 mujeres desde principios de 2014.
Ayuda En el campamento, se les proporcionaron alimentos, mantas, mosquiteras, jabón y detergente y se sometió a las mujeres a exámenes médicos para determinar si tienen enfermedades de transmisión sexual. Muchas de ellas fueron sometidas a pruebas para determinar el embarazo que resultaron positivas, según los médicos.
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