En Bolivia los casos en los que se ejerce violencia a niños, niñas y adolescentes son cada vez mayores. Se considera que una de cada tres niñas y uno de cada cinco niños, está siendo agredido sexualmente antes de llegar a los 18 años.
Gran cantidad de estos casos no son reportados, ya que las víctimas son intimidadas por el agresor, piensan que fue su culpa o se sienten avergonzados sobre lo sucedido. El Centro Una Brisa de Esperanza, en la ciudad de Cochabamba, brinda ayuda psicológica, social, legal y médica a víctimas de agresión sexual.
Existen muchas reacciones que los sobrevivientes de violación y agresión sexual pueden experimentar, es importante darse cuenta de que no existe un patrón estándar de reacción al trauma. Algunas personas responden rápidamente al hecho, mientras que otras tienen reacciones retardadas. Es importante denunciar al agresor de inmediato porque si cometió el delito una vez, es muy probable que lo vuelva a hacer.
EL CENTRO
Verónica Roque, la coordinadora del Centro Una Brisa de Esperanza, que comenzó a funcionar el 2004 con la temática de violencia sexual, cuenta que nace porque no existía un centro integral que pueda trabajar de una manera multidisciplinaria desde la parte legal, psicológica y social.
El centro cuenta con el apoyo de: The Global Found for Children, Tierra de Hombres (Terre des Hommes), MAP Internacional, Save the Children, entre otras.
“El centro se abre por la necesidad que tenían los niños y adolescentes de recibir una atención transdisciplinaria y poder contar con un lugar donde reciban apoyo de psicólogas y trabajadoras sociales en todo ese camino desde la denuncia hasta el juicio oral”, explica Roque.
El Centro es abierto; “lo ideal es que las víctimas sigan viviendo en sus casas y que el agresor salga de la vivienda. De esta manera la víctima podrá continuar con sus proyectos de vida y familia de forma normal y natural”, indica Roque.
El Centro trabaja no sólo con niños, niñas y adolescentes víctimas de violencia sexual, sino con sus familias. Las terapias psicológicas que para las víctimas, conforman varias formas de trabajo como: la terapia individual que recibe cada niño, niña y adolescente de acuerdo a las necesidades de cada caso, los grupos terapéuticos, los grupos de apoyo mutuo y el trabajo social que se encarga de ver el ambiente de la familia y realizar talleres con los papás, haciendo visitas domiciliarias.
Además de todo ese apoyo, el Centro ofrece alimentación a las víctimas a medio día.
VIOLENCIA SEXUAL EN LOS NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES
La violencia sexual es un problema que siempre ha existido en la sociedad; sin embargo, gracias al trabajo que realizan las instituciones enfocadas al abuso sexual es que se ha hecho visible la problemática y se ha mostrado que la violencia sexual es un delito que se debe denunciar.
“El trabajo de las instituciones es de sensibilización, capacitación y recepción de casos, por esta razón, la gente empezó a denunciar más, lo que sí creo es que ha aumentado la violencia en la que se ejerce muchas veces estos casos, por ejemplo ahora estamos viendo casos de niñas y adolescentes asesinadas, pero hay que recalcar que la violencia sexual es algo que siempre ha existido. Lo que ocurre es que antes se lo veía como un problema interno familiar que debía callarse. Actualmente ya están agresores en la cárcel, lo que ayuda a que las víctimas crean en la denuncia y rompan el silencio”, asegura la coordinadora del centro.
“De acuerdo con las estadísticas que tenemos, se ha visto que la mayoría de los casos (el 85%) de abuso sexual suceden dentro de espacios conocidos, ya sea en la casa de la víctima o en la casa del agresor y son protagonizados por personas conocidas y de confianza de las víctimas.”
Los agresores son en general los padres, padrastros, tíos y abuelos. En nuestra sociedad se puede ver que varias personas viven en un mismo espacio; hay dos o tres familias viviendo en un mismo contexto, por lo que el agresor es una persona cercana que muchas veces puede vivir dentro de la casa”, explica.
De acuerdo a los casos que nosotros tenemos, las niñas y adolescentes son muy vulnerables a la violencia sexual; consideramos que un 35% son niñas y niños y un 35 a 40% son adolescentes. Esto porque es una edad bastante vulnerable por la etapa de desarrollo en la que se encuentran. Es un período conflictivo de la vida donde quieren ser adultos pero son niños, una de las razones para que los agresores los visualicen como personas fáciles de acercarse y ganarse su confianza.
LOS DIBUJOS Y EL DIAGNÓTICO
Una de las maneras de ayuda para las víctimas con las que trabaja el Centro es a través del dibujo, que refleja el estado emocional de la persona. A través de este medio, la psicóloga puede definir la etapa en la que el paciente se encuentra.
“El dibujo es una forma de expresión, las personas adultas pueden verbalizar lo que sienten en cambio los niños no y lo reflejan en el dibujo. También existen otros medios de ayuda como los ejercicios con pelotas grandes, el arte, el yoga, el taichí”, indica.
CAUSAS DE LA VIOLENCIA SEXUAL
Entre las causas de la violencia sexual se puede decir que hay varias como el: andocentrismo o el adultocentrismo, es decir que a veces se piensa que las niñas y adolescentes son propiedad de los adultos y que tienen el derecho de lastimarlos y no respetar sus espacios.
La sociedad debería pensar que es responsabilidad de todos los adultos el cuidado de niños, niñas y adolescentes. Todos somos responsables de que ellos puedan vivir en un espacio seguro.
“Otro aspecto importante es creer a cada niño, niña y adolescente que es víctima de violencia; si hay algo que les está disgustando debemos creer a estos niños, niñas y adolescentes. Debemos acudir a instituciones como las que tiene la red para poder denunciar y especialmente desenmascarar a los agresores sexuales. Está claro que el agresor que comete el delito una vez, lo más probable es que sea reincidente.
Como parte de la prevención también es importante que las denuncias lleven a procesos judiciales a las personas que están lastimando o agrediendo sexualmente a nuestras niñas y niños”, dice Roque.
LA RED CONTRA LA VIOLENCIA SEXUAL DE LOS NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES
Cecilia Navarrete es la coordinadora de La Red contra la violencia sexual de los niños, niñas, adolescentes (Cochabamba) y explica que ésta es una instancia de coordinación interinstitucional conformada por más de 20 instituciones privadas como públicas de la sociedad civil.
Uno de sus fines y objetivos es erradicar la violencia sexual y para lograr ese objetivo, varias instituciones se han unido en diferentes acciones para luchar contra esta problemática.
“Dentro de los avances y sensibilizaciones que se han podido hacer está el haber logrado que se decrete la ley 3773 que existe desde noviembre del 2007 donde el 9 de agosto se declara el día de solidaridad con las víctimas de violencia sexual. Este es un día que ya reglamentado a nivel nacional”, dice Navarrete.
“Este 8 de agosto se realizará la feria interinstitucional y educativa; también realizamos la caminata solidaria con la que se quiere causar impacto en la población en general y en las autoridades para que se sensibilicen con la problemática. Además de estas actividades tendremos durante el mes de julio y agosto diferentes actividades para mostrar la campaña”, dice.
Este año la campaña es llamada “mi seguridad es una prioridad, violencia nunca más”. “Incidimos políticamente para que las autoridades tomen cartas en el asunto. Tenemos diferentes leyes: la 348, la 3773, la 443, entre otras, pero estas leyes han quedado solamente escritas. Ninguna de ellas ha podido dar una respuesta real con eficiencia y eficacia a la problemática. Vamos a hacer diferentes solicitudes al Gobernador, al Alcalde, juzgado y diferentes instituciones”, indica Navarrete.
Para las personas que quieran ser voluntarias, cada institución utiliza una diferente modalidad, sin embargo todas están abiertas a recibir ayuda.
“Se necesitan personas que nos ayuden a hacer la difusión de los eventos, invitar a la caminata, ayudarnos a demostrar a la población que la violencia sexual no es algo que solo ataña a las instituciones que trabajamos sino a todos como mujeres, como varones, como hermanos, padres y tíos”, asegura.
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