"Los hombres también se embarazan”, es la frase con la que se promueve un proyecto en Icla que busca incluir a los padres en el cuidado de la mujer embarazada para evitar la muerte materna. La iniciativa, que ya tiene tres años de vigencia, ha logrado que los hombres asuman su responsabilidad en el periodo de gestación del futuro hijo.
El proyecto, que nació en 2014 como una iniciativa ganadora de un concurso del Programa de Apoyo a la Democracia Municipal (PADEM). en ese entonces contemplaba encuentros educativos, asistencia integral y promoción de alimentación saludable para mujeres embarazadas, pero sólo con la participación de ellas, explica la coordinadora de la red de Salud II de Tarabuco, María Elena Ponce.
Pero al ver que al terminar el año se había registrado una muerte materna, se vio que era necesario que los hombres se involucraran en el cuidado de las futuras madres, pues no había un llamado oportuno para la atención de la mujer que iba a dar a luz y porque en sus hogares ellas realizaban tareas como el pastoreo de animales que ponían en riesgo su integridad.
Es así que el proyecto decidió incluir a los padres. En 2014, sólo ocho mujeres acudieron con sus parejas; en 2015, un 50% y en 2016, un 90%.
La inclusión es prácticamente un éxito.
Icla es uno de los municipios con mayor cantidad de muertes maternas, cada año se registra una, pero con el proyecto se logró mejorar los índices de atención en centros hospitalarios e identificar por qué razones se daban estas muertes.
“Se pudo lograr esa concientización en la pareja y la familia de que el embarazo no solamente es responsabilidad de la mujer, sino es corresponsabilidad con el esposo porque él no está brindado una ayuda, sino es también responsable del embarazo”, precisa la coordinadora de red de esa zona.
En las conferencias, las madres y los padres reciben información sobre los cuidados del embarazo, el parto y post parto; además de que los hombres aprenden a cocinar distintos platos que hacen degustar a sus parejas y a los participantes del evento, con lo que se educa también sobre alimentación saludable.
UN PROYECTO QUE SE REPLICA
La iniciativa se replicó la semana pasada en Mojocoya, donde los hombres participaron con sus parejas; y en Presto, donde adquirió una modalidad diferente al trabajar por subcentralías.
Hace poco, el representante de la embajada de Suiza en Bolivia viajó a Icla para conocer el avance del proyecto, junto con 20 directores nacionales de diferentes proyectos “por lo que sabemos que está traspasando fronteras”, destaca Ponce.
ANTECEDENTE
Siguiendo la iniciativa de Icla, en Presto y Mojocoya ya se realizaron talleres en busca de promover la responsabilidad paterna durante la gestión del futuro hijo.
Asimismo, recibió la invitación de parte del Ministerio de Salud para presentar la iniciativa a un concurso internacional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a fin de este año.
ACCESO A COMUNICACIÓN
Uno de los problemas principales para la referencia de las embarazadas a los centros de salud, ha sido la falta de acceso a medios de comunicación para contactarse con los médicos en caso de una situación de riesgo de parto, explica Ponce.
Es así que el municipio decidió entregar teléfonos celulares corporativos a sus funcionarios de salud para que ellos puedan llamar cada semana a las futuras madres y en caso de recibir sólo “un timbrazo”, devolver la llamada para que puedan saber qué pasó con la paciente.
El personal médico logró involucrarse mejor con el estado de cada mujer que tenga su hijo en gestación, para evitar la muerte materna.
Uno de los resultados más notorios es el hecho de que ahora más mujeres acuden a centros de salud para ser atendidas durante el parto, lo que permite un mejor cuidado de su salud.
De un total de 150 nacimientos que se registran en Icla al año, sólo de dos a tres tienen su parto en domicilio. En promedio, hace diez años, unas seis o siete mujeres daban a luz en sus casas, ahora, 9.2 mujeres acuden a un centro de salud o son atendidas por personal médico, explica Ponce.
“Debemos cambiar al Departamento y al país”, concluye Ponce al destacar la relevancia de trabajar con proyectos de este tipo, ya que la salud de una madre no es sólo responsabilidad de ella o del personal de salud, sino del padre, de la familia y de toda la sociedad.
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