También destacó que es el primer país de Latinoamérica y el segundo en el mundo en aplicar la paridad en la democracia.
¿Cuál es la situación de paridad en el mundo?
Solamente Bolivia, en América Latina, y Ruanda, en África, son los países en el mundo que cumplen con la paridad en las asambleas nacionales. La mujer tiene que tener una participación muy grande en procesos de reconstrucción nacional; en Ruanda tiene una participación del 62% y en Bolivia tiene al menos 49%. Es el primer país de Latinoamérica en aplicar paridad. Estamos muy complacidas con lo que ocurrió en Bolivia.
¿Cómo evalúan la participación en entes subnacionales?
La representación de las mujeres en los departamentos y en las alcaldías está bastante baja, alrededor de 10%.
En las alcaldías y en las concejalías es igual de baja como en América Latina y el Caribe. A nivel departamental, en Bolivia se registró que hay cero participación y de representación femenina.
¿Quiénes son los responsables de la baja representación?
Los partidos políticos tienen una gran responsabilidad en fomentar y apoyar la paridad. La forma en cómo los partidos adoptan sus listas alternas, cómo establecen una forma de apoyar una candidatura femenina, son elementos que los partidos tienen que reflexionar; deben estar conscientes de que la democracia que se vive es posible y vivida por todos, no sólo por hombres sino también por mujeres.
¿Será suficiente el 50%?
Considero que el 50% de la participación de la mujer en el ámbito político es lo que buscamos, aunque falta el espacio en el ámbito jurídico y otros. Es muy importante hacer que esa representatividad sea paritaria; lo que queremos también es que tengan las condiciones directas correctas para ejercer su función.
¿Cuáles son esas condiciones?
Lo fundamental es que no pasen por acoso político. Bolivia es el primer país que tiene una innovadora ley de lucha contra el acoso político (Ley N° 243), pero aún no la aplica del todo. Los niveles de acoso político y violencia son altos, y la ausencia de apoyo es grande, principalmente en los municipios alejados de las capitales. La mayoría de las mujeres políticas hace un análisis de costo beneficio y descubre que tal vez es mejor permanecer en otras funciones, lo contrario de los desafíos de ser una mujer política, por eso necesitamos sistemas que las protejan.
¿Qué hacer para que este acoso político no persista?
Primero, que todos puedan saber que están sujetos a castigos previstos en la ley; segundo, que los servicios puedan funcionar efectivamente, que estén correctamente financiados y que lleguen a lugares lejanos para que las políticas puedan contar con el apoyo inmediato; y tercero, que se pueda dar un apoyo a la implementación de la ley. Un cambio cultural es necesario.
¿Cómo identificar el acoso?
La mujer en su vida tiene que pasar por diversos tipos de segregación, discriminación y violencia de diversa naturaleza, y la mayoría está acostumbrada a tolerar cierto grado de violencia política. Se debe desnaturalizar la idea de que la violencia es normal y hacer ver claramente que las personas están aún con la mentalidad machista.
¿Cómo combatir...?
Es importante que la mujer tenga un grupo de apoyo en el que pueda discutir estas cosas. Es fundamental que el TSE en Bolivia ayude con la conexión de redes entre ellas. Plantearemos la idea de instalar redes de conexión a nivel Latinoamérica, porque es necesario hacer seguimiento y defender los derechos de las mujeres políticas.
Uriona sugiere establecer mecanismos de protección
La presidenta del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Katia Uriona, sugirió ayer la generación de mecanismos de protección contra el acoso y la violencia política hacia las mujeres, y afirmó que estas propuestas serán incluidas en la reestructuración que hace la entidad.
"Es imprescindible generar y establecer mecanismos de protección y acompañamiento de las mujeres. Tenemos testimonios, conocemos dificultades de mujeres que enfrentan acoso político. Quisiéramos que el TSE pueda asumir alguna competencia en base a esta implementación para generar mecanismos de protección”, manifestó Uriona en su ponencia en el seminario internacional sobre profundización de la democracia paritaria, que termina hoy.
El asesinato de la concejala de Ancoraimes, Juana Quispe, y el deceso (en investigación) de la alcaldesa de Cuatro Cañadas, Dominga Fernández, son algunos casos de acoso político porque los varones de su entorno político cuestionaban su accionar. El reciente caso de violencia política sufrido y denunciado por la alcaldesa de El Alto, Soledad Chapetón, se suma a esta lista que crece día a día.
Para la autoridad electoral, es urgente y necesario trabajar para fortalecer procesos de empoderamiento político y liderazgos de las mujeres en diferentes espacios de gestión política, en la toma de decisiones, así como en la propia gestión de instituciones estatales. "Este espacio debe ser generado en el interior de los partidos políticos, de los movimientos sociales y las organizaciones de mujeres”, indicó.
Uriona explicó que se pretende incluir los mecanismos de protección y para generar paridad dentro de la reestructuración del TSE.
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