La mujer dedica el triple de tiempo al hogar que el varón

Las mujeres invierten tres veces más de su tiempo que los hombres al trabajo en el hogar sin recibir ningún rédito económico.

Este dato fue proporcionado por la representante de la asociación Ciudadanía Jacqueline Garrido Cortés, en el marco del proyecto “Corresponsabilidad en el hogar y co-participación en el espacio público”, que tiene el objetivo de reflexionar sobre los aportes de las mujeres.

“Tenemos encuestas sobre el uso del tiempo en las labores de casa, pero aún falta establecer cuánto aportan económicamente”, manifestó.

Dijo que las mujeres realizan este trabajo del cuidado al margen de su empleo, lo que significa un impacto porque tienen menos tiempo para cuidarse a sí mismas, menos oportunidad de estudiar, tener un buen trabajo y ganar bien. Desde Ciudadanía y en coordinación con otras organizaciones e instituciones se reflexionó sobre la necesidad de implementar la Ley Municipal de la Economía del Cuidado Solidario para cambiar estas conductas al interior del hogar, a través de políticas municipales.

“Se está impidiendo el ejercicio de los derechos económicos y políticos de las mujeres, además de la educación”, acotó. Ante esta situación, algunos sectores como las mujeres del Plan Nacional de Empleo (PLANE) y las Bartolina Sisa elaboran proyectos para contar con guarderías.

LOS VARONES Para Garrido, aún falta mucho por trabajar para que haya un cambio de comportamiento en los varones y los roles al interior del hogar.

“Es el propio Estado y la sociedad que han condicionado a los hombres a desempeñarse de cierta manera. Hay una masculinidad hegemónica”, indicó.

Según la experta, el varón necesita expresar sus sentimientos de forma franca y ser padre de manera plena sin que la sociedad le critique, es decir, “crear nuevas masculinidades para que la sociedad cambie poco a poco”.

Reconoció que este tema es poco abordado por las instituciones, porque la prioridad es la reivindicación de la mujer. Sin embargo, advirtió que muchos hombres sufren discriminación por sus conductas, lo que va en detrimento de esa corresponsabilidad que se quiere tener en el trabajo del cuidado que implica protegerse a sí mismos, a otras personas y a la naturaleza.