Los investigadores aseguran que en la mayoría de las oficinas la temperatura está más cerca al ritmo metabólico (o metabolismo basal) de los hombres, el cual no es tolerable para la mayoría de las mujeres.
La diferencia se debe mayormente a que las mujeres suelen ser más pequeñas y poseen más grasa corporal, que tiene un ritmo metabólico más lento que el del tejido muscular, según el estudio publicado en la revista Natural Climate Change.
"El metabolismo de las mujeres es, por lo general, más lento que el de los hombres, y esto quiere decir que requieren un ambiente levemente más cálido para perder menos calor y mantener una temperatura corporal estable", dijo Boris Kingma, biofísico de la Universidad holandesa Maastricht a la BBC.
El estudio revela además, que las personas con mayor peso tienden a calentarse más rápido y eso hace que sientan calor más frecuentemente.
Asimismo, los investigadores agregan que el vestuario es un tema que influye mucho, ya que las mujeres normalmente utilizan ropa más fresca, mientras que los hombres visten como mínimo una polera manga corta, por lo que no están tan expuestos a la temperatura baja.
Aumentar la temperatura en las oficinas es la recomendación final del estudio, lo que, indica, ayudará a reducir la discriminación de género y el gasto energético a fin de combatir el calentamiento global.
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