Kushner sabe que le esperan 30 años de cárcel sin derecho a indulto. Recuerda que estaba ebrio la noche que la embistió con su vehículo en un arranque de violento machismo, posesivo, energúmeno, pocos minutos después de discutir con Andrea en un boliche de La Paz. Lo sabe pero lo niega, miente, finge, amenaza. “Tiene poder, dinero e influencias para hacerlo”, dice Helen Álvarez mientras hace una vigilia en las puertas de la morgue esperando la autopsia en el cuerpo de su hija asesinada la madrugada del miércoles pasado.
Pero William tiene también miedo, tiene conciencia de que no hay escapatoria. Su crimen fue infraganti.
El caso va más allá de una presunta “parcialidad” del gremio periodístico en un hecho que pone a prueba la objetividad del oficio. Es el tope de la tolerancia social ante una epidemia feminicida que pone en vilo la cultura de convivencia entre los bolivianos. ¿No era que Bolivia atraviesa un proceso revolucionario que supone cambios fundamentales en la moral colectiva? ¿De qué proceso de cambio hablamos si la mentalidad dominante no es la del indígena respetuoso de la vida, del prójimo y la naturaleza, sino la del cholo adinerado y del jailón confabulados en su arribismo individualista, codicia sin límites y prepotencia criminal?
El sentido de impunidad es un derecho adquirido entre los privilegiados de un sistema que va a contracorriente del cambio revolucionario. Esta mentalidad fascista que ha ganando terreno infiltrándose en el seno del proceso de cambio tenía que haber generado, tarde o temprano, una antítesis de reforma intelectual, ética y moral en la sociedad civil para reconducir el proceso. La derrota y erradicación del galopante feminicidio será una victoria revolucionaria en Bolivia y por eso el pueblo exige 30 años de cárcel sin derecho a indulto, la pena máxima, para el asesino de Andrea Aramayo Álvarez, sea quien fuera la madre enlutada.
La situación legal de Kushner y la metáfora del “cuarto poder”
El abogado Kushner a detención preventiva en la cárcel de San Pedro este jueves. | Foto BTV
El abogado Kushner es conducido a detención preventiva en la cárcel de San Pedro, este jueves. | Foto BTV
El Ministerio Público ha negado el argumento de la defensa de William Kushner que busca minimizar su pena alegando que Andrea murió en un “accidente de tránsito”, la imputación por feminicidio está en curso. La jueza cautelar ha puesto tras las rejas al “presunto” feminicida y queda esperar el resultado de las investigaciones sin correr el riesgo de fuga por parte del influyente sospechoso (tal la condición legal actual de Kushner hasta que culmine la investigación pericial en un plazo máximo de seis meses).
Una pieza clave del esclarecimiento será el informe de la autopsia realizada este jueves, también se espera el peritaje a las filmaciones de una cámara de seguridad en la discoteca donde Andrea y su ex novio discutían antes del desenlace trágico. Hay una escena del crimen. Las llantas de la vagoneta confiscada tienen manchas de sangre y se debe hacer un análisis de planimetría (rastros del neumático en el asfalto) para determinar cómo Kushner manipuló las cajas de cambio de su vehículo en el momento del “accidente” que mató a Andrea.
Entretanto la justicia hará su trabajo imputando, peritando y sentenciando, nosotros los periodistas sólo informamos. No podemos tener más poder que jueces, fiscales y policías juntos; entonces no seríamos periodistas y la metáfora del “cuarto poder” perdería su connotación de servicio a la comunidad convirtiéndonos en un apéndice deplorable del Estado. Sólo informamos, no acusamos ni juzgamos. Y somos, como gremio, legítimamente solidarios con nuestra colega Helen Álvarez. Esa solidaridad ante el desgarrador dolor de una madre emblemática no es solo de sus colegas, es la de todas las buenas conciencias del país entero.
¿Por qué Kushner ataca a Helen Álvarez?
Helen Álvarez durante una entrevista en la Umsa. | Foto Archivo
Helen Álvarez, activista de Mujeres Creando, durante una entrevista en la Umsa. | Foto Archivo
El abogado William Kushner Dávalos tuvo en la periodista Helen Álvarez Virreira una feroz enemiga natural desde muchos meses antes de la muerte de Andrea. Helen se oponía a la relación entre su hija y el potentado de ilustre apellido. Helen posee un olfato infalible para detectar abusadores de mujeres. Desarrolló durante dos décadas su profesión de periodista y comunicadora en el campo de la promoción de los derechos de la mujer, integra el colectivo Mujeres Creando dirigiendo un servicio para la protección a víctimas de la violencia de género, y además se desempeña como corresponsal en Bolivia del Servicio de Noticias de la Mujer de Latinoamérica y el Caribe (Semlac).
William la temía desde siempre, hoy la teme mucho más. Helen Álvarez sabía que Kushner maltrataba permanentemente a su hija, sin imaginar empero que la mataría. Su hijo Víctor Guillermo contó a los medios como funcionaba aquella tóxica relación:
“Él era su jefe, y la trataba mal. La maltrataba, la humillaba todo el tiempo y ella tenía que aguantar porque él era su jefe. Después como su novia, se fue enamorando de él. Yo me enteré de la relación en los últimos tres meses, porque ellos duraron sólo ocho meses. Andrea no me quería contar mucho porque sabía que nosotros no queríamos que esté con él, pero en los últimos días que estuvo con nosotros, nos contó que era un hombre muy celoso, muy violento, que la humillaba y que la llegó a empujar varias veces”.
“El amor es un peligro mortal” es la conclusión que salió del dolor de la madre de Andrea, cuando recordaba que su hija estaba atrapada en ese callejón cuya única salida resultó ser la muerte.
La inocente Andrea había comunicado a su familia, a su madre, que rompería el vínculo con el abusivo aún a costa de perder su fuente de trabajo. Se separó del hombre y volvieron a verse casualmente en la discoteca que ambos frecuentaban con sus compañeros de trabajo, la noche del martes 18 de agosto. Pocas horas después sucedió el feminicidio que ya estaba latente.
“Me quitó a mi única hija este maldito y dejó a mi nieta sin su madre. Mientras él está reposando en una cama caliente fingiendo una enfermedad que no tiene, mi hija está en la morgue sobre una fría mesa de cemento, sola, ella que siempre le tuvo miedo a la soledad desde que era niña”, dijo entre sollozos pocas horas después de que Andrea dejó de existir en la Clínica Santa María.
Kushner sabe que Helen Álvarez no descansará hasta la sentencia máxima. Luchó con energía para que la justicia ampare a centenares de mujeres abusadas, asistidas por ella, y ahora debe luchar para que esa justicia se haga para su propia hija. Por eso Kushner la ataca, y ataca al “cuarto poder” del cual Helen Álvarez es también prestigiosa y respetada profesional.
Feminicidio o “accidente”: un debate moral
Las lesiones que sufrió Andrea la dejaron con pocas horas de vida. | Fotomontaje Sol de Pando
Las lesiones que sufrió Andrea la dejaron con pocas horas de vida. | Fotomontaje Sol de Pando
William Kushner busca atenuantes para su crimen. Se aferra a su versión de un “accidente” y por un momento logró que el caso sea tratado en la unidad policial de Tránsito. Los abogados de su defensa deben sostener esa desesperada estrategia a costa incluso de denigrar a la víctima. “Se está manejando el hecho como delito por lesiones graves en accidente de tránsito. Ellos discutieron y él salió de la discoteca, ella sale atrás de él. El joven intenta arrancar su auto y ella se cuelga de la ventana y como estaba ebria, se cayó con tan mala suerte que cayó sobre la acera y el golpe en la nuca le provocó la muerte”, es la versión un tanto torcida del abogado Marco Antonio Uría.
Los testigos presenciales, sin embargo, coinciden todos en lo contrario: ella no salió detrás de él. Fue al revés. Él la persiguió con su vehículo cuando ella se marchaba tras discutir en un encuentro casual en ese boliche de mala suerte. Y la embistió. Luego pretendió huir acelerando el motor y dejando a su víctima con la cabeza destrozada. Si tan sólo hubiese intentado socorrerla habría un cierto atenuante, pero le valió. Así que los testigos presenciales lo detuvieron en plena huida y casi lo linchan al ver lo que vieron: un abusivo hombre borracho que atropelló a su ex novia dejando huellas de su “hombría” sobre un charco de sangre entre las ruedas de su vagoneta Jeep último modelo.
La mejor amiga de Andrea Aramayo, Andrea Bohorquez, contó que la pareja sostuvo una discusión al promediar las tres de la madrugada del miércoles, salieron a la calle profiriéndose gritos. “Yo estaba detrás de ellos, cuando oí que la gente gritaba y ya la vi a mi amiga toda ensangrentada en el suelo”. Aún con vida, la muchacha a pocos días de cumplir de 28 años, madre soltera de una niña en edad escolar, fue trasladada a la Clínica Santa María donde le diagnosticaron un traumatismo encéfalocraneal (TEC) severo, estado de coma y un ataque cerebrovascular (AVC) hemorrágico. Los médicos que la atendieron constataron que semejante herida no podía ser causada por una caída accidental, hay indicios muy visibles de que fue atropellada intencionalmente. Murió a las tres de la tarde.
El resultado de la autopsia realizada este jueves, aún en procesamiento, es la noticia que más espera el país.
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