Todo es claro y muchos tienen varias versiones. Pasó de ser una talentosa becaria de la Casa Blanca, a ser catalogada como la "amante" del presidente Bill Clinton.
Tal como indica el diario El Mundo ella siempre se ha quejado de que ningún hombre le invita a cenar después de aquel escándalo. Ni siquiera se ha atrevido a pensar en buscar novio o marido.
Ahora, ella misma dijo que llegó el momento de hablar claro, de enfrentar la verdad y dar la cara, una vez más, señala la revista Caras.
En días pasados, en TED 2015, una serie de charlas evento de conferencias que atrae a celebridades y personalidades influyentes de la cultura moderna, habló de cómo se sintió respecto a todo lo sucedido y cómo fue catalogada en aquella época.
"A los 22 años, me enamoré de mi jefe. A los 24, aprendí las consencuencias devastadoras". Además, asegura que se sintió como la primera persona que perdía su reputación a consecuencia del impacto de internet
Sin duda, en aquellos años cuando todo salió a la luz, Monica fue criticada de la manera más dura y ahora asegura que fue una víctima más del cyberbullying y la humillación pública.
"El escándalo fue llevado a ustedes por la revolución digital. Me tildaron de zorra, puta, ramera, tonta. Perdí mi reputación y mi dignidad, y casi pierdo mi vida", explicó.
"La vergüenza es un producto y la humillación pública, una industria. ¿Y cuál es la moneda? Los clics", asegura Lewinsky.
"De persona privada me convertí en una figura públicamente humillada por todo el mundo. Había multitudes virtuales listas a lapidar", puntualizó
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