“Vayan a la cocina”, “¿no tienen algo que remendar?, “vayan a dar leche a sus hijos”, “solo los hombres servimos para esto (construcción)” son algunos de los muchos insultos que enfrentan las mujeres albañiles en sus fuentes laborales por parte de los varones del rubro, aseguraron ayer seis de las 35 afiliadas a la Asociación de Mujeres Constructoras (Asomuc) de La Paz.
Elizabeth Ticona, secretaria general de Asomuc, detalló que las féminas de la construcción también soportan la desigualdad en la remuneración y citó como ejemplo que un ayudante hombre gana Bs 100, por determinado trabajo, mientras que a la mujer le pagan Bs 80, pese a que realiza la misma labor.
“Queremos sindicalizarnos porque hay mucha desigualdad contra nosotras, empezando desde los sueldos. Si vamos a seguir sometidas a los hombres, nunca nos darán espacio para ascender, ellos quieren que seamos peón o ayudante para siempre y no tenemos oportunidades para ser maestras de obras o contratistas”, expresó Ticona.
Actividad. Ticona traslada herramientas en una carretilla.
Ante esta situación, Asomuc tramita su personería jurídica para ser un sindicato legalmente constituido. Ticona indicó que la documentación está encaminada en la Gobernación de La Paz. “El objetivo principal de este sindicato es ir contra la discriminación que sufre la mujer en este rubro, vamos a recoger y atender las denuncias que lleguen y hacer respetar las leyes”.
Actualmente, la asociación cuenta con 35 afiliadas, aunque se esperan más miembros una vez que se consiga la personería. La mayoría de este grupo es madre soltera o separada. La Razón visitó a un grupo de constructoras en su obra, en el sector de Bajo Llojeta.
Justina Soria de Torrico, de 60 años y especializada en pintura, contó que es el sustento de su esposo, quien ya no puede trabajar por su edad avanzada, y del estudio de sus tres hijos. “La ventaja es que nosotras somos más detallistas por naturaleza, entregamos trabajos de primera.
Los hombres piensan que la construcción es solo para ellos, por eso nos insultan, pero nuestro trabajo demostró lo contrario”.
Trámite. Regina Flores, de 34 años, ingresó al rubro hace tres meses. Ella contó que sus días comienzan a las 04.00, pues debe dejar listo el almuerzo antes de ir al trabajo. “No hay mucho descanso para mí, el fin de semana es para lavar ropa”. También recordó que la primera vez en una construcción, unos albañiles le dijeron que “vaya a la cocina”. “Yo les respondí que vayan ellos, porque yo tengo que trabajar”.
Labor. Mujeres en los ajetreos de la obra fina de una casa.
“Mi familia está orgullosa de mí, incluso mi hija dice que cuando sea grande quiere ser constructora, pero yo quiero que sea profesional”, manifestó Sonia Quispe, de 32 años. Relató que desde un comienzo enfrentó el desprecio de los albañiles. “Me gusta comparar nuestro trabajo con el de ellos, y nosotras lo hacemos mejor, con más detalle”.
Fausta Quispe, de 39 años y divorciada, señaló que debe solventar los estudios universitarios de su hijo de 18 años, pues su papá se niega a enviar más dinero. “Mi hijo quiere ser arquitecto y yo tengo que trabajar para eso”. La fémina recordó que una vez tuvo un altercado con un albañil. “Ni siquiera había empezado a trabajar y me dijo ‘inútil’, hay mucho machismo”.
Actualmente, Nevy Chacón, de 45 años, tiene a su cargo a cinco albañiles hombres en una obra de Río Seco (El Alto). “Nos está costando mucho enfrentarnos a los hombres, pero hay que defendernos. En este rubro aprendí a gritar, porque solo así ellos respetan”.
Trabajo. Soria lija una pared antes de pintarla.
Censarán a constructoras en lugares de trabajo
Guiomara Calle
La Asociación de Mujeres Constructoras (Asomuc) comenzará a mediados de este mes la planificación del censo a las féminas albañiles, en sus mismas fuentes laborales, para beneficiarlas posteriormente con capacitaciones que mejoren su labor.
“Censaremos a todas las compañeras que veamos en las obras para invitarlas. Este censo nos indicará cuántas mujeres estamos activas en La Paz y El Alto, luego queremos abarcar Cochabamba y Santa Cruz”, anunció ayer Nevy Chacón, secretaria de Proyectos y Programas de Asomuc.
Agregó que se pretende llegar a las más de 350 mujeres que fueron capacitadas en ramas de la construcción, por la Red Hábitat y Conexión Fondo de Emancipación, para posteriormente ofrecerles más cursos y otros beneficios. Actualmente, Asomuc tiene 35 afiliadas.
“A todas las mujeres que quieran trabajar, decirles que sí se puede, éste es un rubro bonito y amplio. No tenemos por qué dejarnos humillar con los varones, ni con nuestros esposos, hermanos ni compañeros de trabajo. Estamos dispuestas a recibirlas con los brazos abiertos”, mencionó.
Las mujeres albañiles trabajarán un proyecto con el Gobierno, aunque no quisieron dar más detalles. El sector demandó seguro de salud y más espacios laborales.
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