Mediante un video publicado en el portal YouTube, Yousafzai defiende que “todas las chicas del mundo merecen una educación completa”, así como “participar en los avances tecnológicos que cambiarán el mundo y a quien lo gobierna”, aprovechando las ventajas de Internet y de las muchas posibilidades del autoaprendizaje.
Code.org es una organización sin ánimo de lucro que, bajo el lema “Anybody can learn” (cualquiera puede aprender), puso en marcha el programa “One Hour of Code”, que cuenta con el apoyo de personalidades como el presidente estadounidense, Barack Obama, y de grandes tecnológicas como Google y Microsoft.
Es una idea de los hermanos Partovi, Hadi y Ali, que ya en 2013 consiguieron llegar a 40 millones de estudiantes de 200 países diferentes.
La misión del proyecto es promover, mediante tutoriales online, enseñanza básica sobre programación a alumnos, profesores y ciudadanos de todo el mundo. A través de su web (http://csedweek.org/), ofrece videos de ayuda para programar aplicaciones, juegos y programas de ordenador.
Cuenta con opciones en varios idiomas, además de clases unplugged para aquellos alumnos que no cuentan con equipo informático. Algunos de los tutoriales fueron realizados por personalidades del mundo de la tecnología, como el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg.
“Animo a las chicas de todos los países a que dediquen una hora a aprender código. Lo puedes hacer aunque no tengas una computadora”, subraya en su mensaje en video esta valiente joven que arriesgó su vida exigiendo educación para las niñas e igualdad de derechos para las mujeres en su país, Pakistán.
Según informa la web TechCrunch, el 48 por ciento de los participantes de este año en “One Hour of Code”, casi la mitad, fueron mujeres.
Hadi Partovi, uno de sus fundadores, afirmó que todos los estudiantes deben adquirir nociones básicas de programación, “no sólo para los que quieren convertirse en ingenieros de software”. “Nuestra hora de código acercó a decenas de millones de mujeres de todas las edades a un campo históricamente dominado por los hombres, y muchas seguirán aprendiendo después de esa primera hora”, aseguró.
Desafió a la muerte
La paquistaní Malala Yousafzai se convirtió en la persona más joven, con sólo 17 años, en obtener el Premio Nobel de la Paz, un logro alcanzado por su defensa de la educación femenina después de casi pagar con la vida su apoyo a la causa.
Pese a su corta edad, merece el calificativo de “activista” desde hace muchos años. Ella y su familia desafiaron la prohibición de los fundamentalistas de su zona, el Valle de Swat, de que las niñas fueran a clase.
Tras resultar gravemente herida por los disparos de los talibanes en un tiroteo en su escuela, fue atendida en un hospital de Londres de sus heridas. Yousafzai alcanzó entonces la fama mundial, aunque, para su desgracia, ya gozaba de ella en su país: los autores de los disparos habían preguntado directamente por ella antes de iniciar la agresión.
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