Si bien el trabajo es sacrificado, ello no le impide recoger a su hijo del colegio, almorzar con él y revisarle las tareas; aunque eso sí, cuando llega a casa por las noches -generalmente por encima de las 22:00- muchas veces lo encuentra dormido.
Nelcy es una de las mujeres que eludieron trabajar en áreas donde se concentra el trabajo realizado por las féminas, como labores de casa, venta de comida y manufactura, entre otros, e incursionaron en ámbitos donde prevalece la mano de obra masculina: la minería, la instalación de servicios, el transporte y la construcción.
Este fenómeno es corroborado por los resultados del censo 2012, que muestran que la participación de las mujeres en sectores donde se presume exclusividad de los varones alcanzó al 12,7% en actividades relacionadas con el suministro de electricidad, gas y otros servicios, al 10,3% en explotación de minas, al 4,9% en transporte y al 4,7% en la construcción, según datos del Instituto Nacional de Estadística.
"La necesidad es mucha y tenemos que aprender para tener un sueldo y mantener a la familia”, dice Mujica. "No teníamos qué comer; mis dos hijos eran pequeñitos y tuve que entrar a la mina”, afirma a su vez Roberta Yucra, cooperativista minera.
Bertha, como le dicen sus compañeros en la mina, empezó "desde abajo”, y su ejemplo -asegura- sirvió para que otras mujeres se animarán a seguir esa senda. Hoy forma parte de la directiva de la Federación Nacional de Cooperativas Mineras de Bolivia. "He sido la primera mujer que ha metido a la mina a las compañeras en Huanuni”.
No es la única. Desde hace dos años Petrona Mamani (43) se dedica a la conexión de gas domiciliario, ámbito al que llegó, según cuenta, con el fin de lograr el sustento de su hogar. "Hay que buscar el trabajo donde haya, a veces no estamos en situación de escoger y pienso en mis hijos”, relata.
De igual forma, conseguir recursos suficientes para mantener a sus hijos fue la principal razón por la que Lucila Bohórquez (49) optó por convertirse en albañil. Antes de sumarse de este ámbito, trabajó 28 años como empleada en una tienda, pero cuando vio la "estabilidad” que hay en la construcción no dudó en cambiar de área.
Para el Estado, el ingreso de las mujeres a sectores donde predomina el trabajo efectuado por varones expresa un avance que muestra cómo ciertos estereotipos se desvanecen. Así lo expresa la responsable de Género de la Unidad de Derechos Fundamentales del Ministerio de Trabajo, Olga Limachi, quien considera que existen dos factores de explicación: la necesidad de obtener recursos para mantener a la familia y la "realización personal”.
"Es importante que las mujeres conquisten nuevos espacios laborales. Esto hace ver que es un avance, se están rompiendo ciertos estereotipos y prejuicios que consideraban que la mujer no podía realizar esos trabajos”. sostiene la autoridad.
Los especialistas tienen miradas contrapuestas. Uno de los factores para que las mujeres incursionen en estos oficios es el costo de la fuerza de trabajo, según el investigador del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario, Bruno Rojas.
"La mujer es fuerza de trabajo barata. Eso hace que desde la perspectiva de los empleadores o empleadoras tener una mujer trabajando es mucho más conveniente y barato”, apunta.
Mientras que el investigador Rodolfo Eróstegui, del Centro de Apoyo al Desarrollo Laboral, explica que esta tendencia es una "evolución natural” no sólo circunscrita en Bolivia, sino en el mundo. " No tiene nada que ver con el proceso de cambio. Hay cada vez más mujeres que participan en todos los rubros”.
Lo que más le gusta a Nelcy Mujica de ser conductora es la respuesta de la gente. "Siempre me felicitan, las señoras especialmente... Que me digan ‘gracias’, para mí es una bendición”.
Punto de vista
Bruno rojas
Investigador del CEDLA
"Trabajo barato”, la clave para entender
Esto se debe fundamentalmente a que la mujer es fuerza de trabajo barata. Eso hace que desde la perspectiva de los empleadores y empleadoras, tener a una mujer trabajando es mucho más conveniente y barato.
La tendencia a una mayor incorporación de la mujer en el mercado de trabajo y en algunos rubros tradicionalmente masculinos se debe, reitero, a que es una fuerza de trabajo barata. Porcentualmente no hablamos de una tendencia que permita cambiar la composición del empleo en estos rubros. Estos cambios no son significativos.
Si hablamos de construcción y transporte público, las condiciones son altamente precarias. Si hablamos de estabilidad laboral e ingresos, también son precarios. Y esto es general para hombres y mujeres, pero para ellas esta situación puede ser más dramática.
No hay comentarios:
Publicar un comentario