Yolanda estuvo en el convento cuatro años, incluso hizo los votos temporales, pero, como ella afirma: “Dios me fue preparando para esto que es mi misión. Soy feliz haciendo mi trabajo. Pese a todos los problemas, la vida es tan hermosa, aún con sus dolores y sufrimientos”. Relata que cuando terminó de estudiar medicina en Cochabamba, no pensaba ser oncóloga, sino pediatra neonatóloga, pero como en Santa Cruz no había quien se ocupase de los niños con cáncer, los médicos Carlos Sadud y Rubén Urey la convencieron de formarse en esa especialidad y fue así como, gracias a una beca del Cidep, se fue a estudiar a Chile. “Puedo asegurar que yo no elegí la especialidad, ella me eligió a mí. Si volviera a nacer, sin duda sería pediatra, pero oncóloga no creo, porque aunque amo mi trabajo, es duro ver que en nuestro país se mueren niños por falta de recursos”, finaliza.
sábado, 15 de octubre de 2011
Yolanda Ernst Pediatra Oncóloga
Yolanda estuvo en el convento cuatro años, incluso hizo los votos temporales, pero, como ella afirma: “Dios me fue preparando para esto que es mi misión. Soy feliz haciendo mi trabajo. Pese a todos los problemas, la vida es tan hermosa, aún con sus dolores y sufrimientos”. Relata que cuando terminó de estudiar medicina en Cochabamba, no pensaba ser oncóloga, sino pediatra neonatóloga, pero como en Santa Cruz no había quien se ocupase de los niños con cáncer, los médicos Carlos Sadud y Rubén Urey la convencieron de formarse en esa especialidad y fue así como, gracias a una beca del Cidep, se fue a estudiar a Chile. “Puedo asegurar que yo no elegí la especialidad, ella me eligió a mí. Si volviera a nacer, sin duda sería pediatra, pero oncóloga no creo, porque aunque amo mi trabajo, es duro ver que en nuestro país se mueren niños por falta de recursos”, finaliza.
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