viernes, 27 de enero de 2017

Empresarias que facturan Bs 1 millón dan 3 reglas de oro



Dar el salto de lo familiar a lo corporativo, profesionalizar los cargos administrativos e identificar los objetivos son tres consejos que dan empresarias y ejecutivas bolivianas que facturan más de Bs 1 millón al año a las nuevas emprendedoras.

Las expertas fueron parte de un innovador programa de mentorías impulsado por la Fundación Yente y auspiciado por la cooperación holandesa ICCO.

La hotelera Alejandra Sandóval recomienda a las propietarias de pequeñas y medianas empresas (pyme) “pasar de lo familiar a lo corporativo”. “Uno hace de todo cuando empieza” un negocio —explica—, pero después hay que comenzar a formar la estructura del negocio y tener mayor personal, lo que permitirá a la firma efectuar más actividades y a la propietaria planificar la estrategia a largo plazo.

“En eso hay que tener ambición. Una emprendedora no tiene miedo a riesgos, a asumir roles; es comprometida por el hecho de ser madre y de querer mejorar su posición”, afirma.Como ejemplo, menciona a una operadora de bombas en un surtidor de gasolina que, pese a no haber terminado el bachillerato, tuvo con esfuerzo y decisión la oportunidad de ser primero cajera en el negocio y luego jefa de ventas, tras lo cual se profesionalizó en una universidad.

Michelle Tedesqui, consultora y experta en recursos humanos, tiene claro que las nuevas emprendedoras deben, además de mejorar sus habilidades de liderazgo y trabajo en equipo, “profesionalizar” los cargos administrativos de sus emprendimientos. “No están solas”, subraya. “Tenemos que aprender a valorar que existe mucho conocimiento y experiencia en Bolivia. Entonces, hay que recurrir a nuestros pares en nuestro medio”.

Jeanette Simbron, empresaria del sector turístico, recuerda que la mujer boliviana “es por naturaleza emprendedora, luchadora y esforzada”, y tiene “siempre el objetivo de mejorar la calidad de vida de su familia”.

Sin embargo, tras empezar un negocio le falta “focalizar las expectativas”, identificar el área específica en la que quiere trabajar. “En el proceso (de desarrollo de la empresa) se dan cuenta de que hay otros elementos más que deben tomar en cuenta como la administración, la gestión, el marketing y la contabilidad”.

POTENCIAL. En su experiencia como mentora, Simbron asesoró a una revista a la que brindó los insumos necesarios para consolidar su enfoque de responsabilidad empresarial, que es el tema central del esfuerzo editorial.

Las tres empresarias coinciden en que la fémina boliviana tiene mucha capacidad para emprender negocios.

“Las nuevas generaciones tienen un altísimo potencial y roles más diversos que el hombre. Las mujeres vemos el negocio tal cual, desde una perspectiva bastante sentimental, porque somos altamente emocionales y solidarias”, dice Simbron.

Tedesqui cuenta que durante su labor como mentora conoció a una gerente de una pyme de transporte masivo que estaba a cargo de varios choferes de camiones. “Ella manejaba la empresa y lo estaba logrando. No importa el rubro, todas pueden gerentar empresas”, asegura.

“Ser mujer no es un problema, no es un obstáculo para llevar adelante los sueños. Lidiar con múltiples actividades, de madres, esposas, hermanas o hijas, se puede manejar de forma tal que también se puede ser gerente”, añade Sandóval.

“Soy creyente fiel de que la mujer del país es muy diversa y puede atender varias actividades al mismo tiempo. Eso le permite tomar decisiones”, asevera la hotelera.


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