jueves, 8 de diciembre de 2016

El trágico camino de Abigail hacia la muerte

Abigail, la pequeña de siete años que murió la madrugada de ayer víctima de los golpes lanzados por su padre y madrastra sufría de violencia durante los últimos seis meses de su vida, según lo establecen los estudios forenses que se le hicieron en vida.

Ella y su hermana gemela Flor sufrieron lo indecible durante meses, sometidas a bárbaras palizas en la casa de Villa Adela de El Alto, donde vivían junto a su padre José Luis Choque, y su madrastra, Brígida Mamani.

Flor no fue tan afectada en esta última ocasión y se encuentra ahora en un hogar de menores. Es ella la que ha dado detalles sobre el abuso al que eran sometidas.

Flor contó que, el pasado jueves, su madrastra empezó a golpearla a ella con un palo, dejándole varias heridas y contusiones en la cara, abdomen, tórax y extremidades. Cuando Abigail trató de ayudarla, la mujer se ensañó contra ella y no dejó de golpearla hasta dejarla inconsciente. Fue trasladada al hospital Corea, donde ingresó en estado de coma. De allí fue llevada al Hospital del Niño, donde falleció.

Un tercer hermano, Luis, de 11 años, vivía con sus abuelos y fue trasladado al hogar de El Alto.

María del Rosario Limachi, trabajadora del Grupo de Apoyo Civil a la Policía (Gacip) relató a ANF que fue el tío paterno de las menores quien llegó hasta el domicilio de su hermano para intentar ayudar a las menores y transportar a las niñas hasta el Hospital Corea.

“El tío fue quien las llevó al Hospital Corea, denunció el hecho, pero la niña ya estaba grave”, dijo Limachi.

Después de seis días de resistir, Abigail no pudo más y un paro cardíaco registrado a las cinco de la mañana de este miércoles le quitó la vida.

El parte médico señala que, aparte del paro, la niña sufrió un shock séptico refractario, traumatismo craneoencefálico, edema cerebral severo y falla multiorgánica grave.

Los acusados aseguran que Flor golpeó a su hermana con una batea.

MADRE

Los tres hermanos vivían hasta hace seis meses con su madre, Virginia Mamani, quien se separó de Choque hace cuatro años. Asegura que el hombre era violento con ella y que le quitó a los chicos. Ella se fue entonces a vivir a Yunguyo, Perú.

El pasado 13 de junio, dijo, el padre recogió a los niños a la salida del colegio, según Mamani, a fin de no pagar las pensiones por los tres niños.

La madre admitió que pese a conocer los antecedentes violentos del hombre, nunca realizó una denuncia ante las instancias correspondientes.

Ese día fue la última vez que los vio hasta que el sábado pasado su compadre se comunicó con ella vía telefónica y le informó que las gemelas habían sido golpeadas.

El esposo, chofer, y la madre, ayudante de cocina, convivieron hasta hace cuatro años, pero, según ella la violencia ejercida en su contra la forzó a separarse.

Mamani recuerda que a pesar de las carencias económicas por la que atravesaban, sus hijos se encontraban bien con ellas.

La trabajadora social del Gacip asegura que es necesario conocer el grado de responsabilidad de la madre ya que en seis meses no se acercó a conocer la situación de sus hijos.

“Hay que ver el grado de responsabilidad. Cómo una madre en seis meses no se va a preguntar cómo están sus hijos, aunque sea pasar por el colegio para verlos”, expresó.

Mamani justifica esa situación asegurando que se encontraba amenazada de muerte.

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