sábado, 28 de marzo de 2015

'Queremos mostrar a la mujer musulmana en estado puro'

"Las musulmanas no estamos siempre encerradas en casa cocinando ni tenemos un pañuelo que nos tapa el cerebro. Somos polifacéticas y muy activas en la sociedad", dice Nuria El-Haddad, una enfermera de 29 años de edad. El-Haddad es miembro de la Asociación de Chicas Musulmanas de España (Achime) y tanto ella como sus compañeras creen que existe desconocimiento y "muchos estereotipos" en la sociedad española. "Hay bastantes prejuicios, lo que pasa es que nosotras somos muy extrovertidas y en cuanto la gente nos conoce se olvidan de todos", afirma Abir Falah Ahmad, otra de las jóvenes.

La percepción que tienen las socias de Achime es mayoritaria entre la comunidad musulmana. Para tratar de acabar con ella y demostrar que la mujer musulmana es mucho más, el Salón Masturah de Madrid -uno de los centros de referencia para este colectivo- ha aprovechado su primer aniversario para organizar este viernes un evento en la Casa Árabe de la capital.

"Lo que queremos es que realmente haya un cambio de visión. No se nos conoce como emprendedoras ni como luchadoras sino como reprimidas y pobrecitas. Nosotras queremos mostrarnos en estado puro", explica Yasmin Salem, su directora.

Las encargadas de ejemplificar ese "estado puro" han sido dos decenas de jóvenes que diariamente realizan su actividad profesional en muy diversos ámbitos. Desde médicas hasta universitarias, pasando por periodistas, traductoras o agentes de viajes. Ejerciendo, desinteresadamente, como modelos, exhibiendo su talento musical o mostrado sus dotes en artes marciales.

Además, el evento ha contado con un atractivo añadido. Ha acogido el primer desfile de moda diseñada por mujeres musulmanas de España. Nadia Zein, valenciana de origen marroquí, ha presentado una línea con toques exóticos que mezcla perfectamente colores y elementos de ambas culturas. La colección de Cintia Robles, en cambio, es más recatada.

Esta española conversa desde hace tres años, confiesa que se vio en un dilema en sus inicios como musulmana. "Encontraba un conflicto entre la ropa que tenía y con la que me comenzaba a cubrir -toda comprada en un centro comercial- con mi identidad y lo que quería mostrar. No encontraba pañuelos lisos o prendas largas que no marcasen la figura. Así que empecé a coser para mí y todas aquellas que tuvieran el mismo problema".

Gracias a esta iniciativa, las creaciones de Zein y Robles han pasado ante los ojos de un público inmejorable. Tras disfrutar del desfile en primera fila, la esposa del embajador libio, Rabega Ben Ahmed, ha confesado que "lo han hecho genial" y "que será una de sus próximas clientas".

"Todo ha sido una fiesta de mujeres de diversas edades, ámbitos y orígenes unidas por un ideal".

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