miércoles, 6 de agosto de 2014

Amalia Villa de la Tapia, la primera aviadora de Sudamérica

Nació en Potosí en 1893. Falleció en 1994
¿Fue mi destino o mi decisión? No tenía miedo ni al motor ni a la altura ni a la muerte. Ya había practicado demostraciones y acrobacias aéreas; pero una poderosa emoción me tomaba entera”, escribió la potosina Amalia Villa de la Tapia el 15 de marzo de 1922, día en que dio el examen que la convirtió en la primera aviadora de Sudamérica.

Piloto certificada en Perú y en Francia, la teniente coronel Villa fue además pionera en Club de Planeadores en Buenos Aires, el Club de Aeromodelismo Rafael Pabón y la Escuela Militar de Aviación. Vivió más de 100 años, "siempre orgullosa de ser boliviana”.
Nacida el 22 de junio a fines del siglo pasado en Potosí, la hija de Eduardo Villa Díaz y Ernestina de la Tapia fue la segunda de cinco hermanos. Vivió su infancia en Bolivia y al terminar el bachillerato se fue a Tacna y de allí a Lima. En la capital peruana se graduó como maestra de primaria en 1916.
"En 1921 ingresó a la Escuela Civil de Aviación de Bellavista, en la ciudad de Lima, sosteniendo sus estudios con sus propios recursos, dejando entrever su férrea voluntad, su perseverancia en sus ideales”, escribió en un artículo de los años 60 la investigadora Severa Villalba de Sanabria.

En 1922, Amalia sólo tenía un impedimento para recibir su brevet como aviadora: necesitaba su propio avión. " El director de la Escuela de Aviación, Maurice Nott, había dirigido una carta al presidente del Honorable Concejo Municipal de Potosí indicando que Amalia Villa de la Tapia estaba en condiciones de dar su último examen; pero que de acuerdo con los reglamentos debía ser cumplido en un aeroplano de propiedad de la candidata, y que por tanto pedía la cooperación del pueblo potosino”, explica Villalba en su estudio.
Aunque hubo una colecta en Potosí para apoyar a la que sería su primera piloto, el dinero nunca llegó a su destinataria. En la biografía novelada de la aviadora Amalia, en el espejo del tiempo, la escritora Gaby Vallejo sugiere que con aquella recaudación se adquirieron los primeros dos aviones bolivianos.
Casi con 30 años y sin avión propio, Villa obtuvo su brevet en Perú "después de exitoso vuelo en un avión Curtis J. N. de 80 HP” y se convirtió en la primera aviadora de Sudamérica. Perú le ofreció cobijo pero ella, aunque agradecida, volvió a su patria. A insistencia suya, se crea la Escuela de Aviación Civil en 1923
En los albores de los 30, Villa partió a la Escuela de Aviación de la Casa Coudron, de Francia, donde obtuvo su segunda licencia como aviadora. "Es de hacer notar que no recibió la menor ayuda de parte de ninguna institución boliviana”, apuntó Villalba.
De regreso a Bolivia, Amalia trató ir a la Guerra del Chaco para defender la patria pero su intención no prosperó: "La batalla no era para damas”. En 1958 -un año después de su fundación oficial- la Fuerza Aérea la incorporó a sus filas con el grado de capitán y después la ascendió a teniente coronel.

En el interín, fundó un Club de Planeadores en Buenos Aires, el Club de Aeromodelismo Rafael Pabón y la Escuela Militar de Aviación. Murió a los 101 años en Cochabamba.
Liliana Carrillo, periodista

Gaby Vallejo Escritora, autora de la biografía de Amalia

Amalia hizo historia en Bolivia. Fue una mujer real pero más avanzada. Sacó su brevet de aviadora en Lima y posteriormente en Francia, en épocas increíbles para una mujer. Estamos hablando de 1922. Fue gestora de la fundación de la Escuela Civil de Aviación y coronela y hasta llegó a escribir tres tomos sobre la historia de la aviación boliviana en el libro Alas de Bolivia. Renunció al éxito que le ofrecía el Perú y fue una mujer muy solitaria, que nunca se casó.


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