jueves, 30 de enero de 2014

La botaron del trabajo por sexi y bonita

A una asistente del gobierno de Massachusetts, Estados Unidos, le quitaron su licencia después que salieron a la luz unas imágenes de ella muy comprometedoras y calientes que fueron enviadas de forma anónima al director.

Se trata de Kaitlin Pearson, de 23 años de edad, quien sale semidesnuda en las fotos y, para el director esa es una causa de fuerza mayor por lo que tuvo que suspenderla.

“El director de la escuela, Andre Ravenelle, informó a través de un comunicado que Pearson fue puesta en licencia administrativa como procedimiento operativo estándar en lo que se refiere a las investigaciones personales. Por su parte, los padres se dividieron en relación a la decisión tomada por la escuela. Algunos aseguraron que debería seguir en su puesto mientras otros que estuvieron bien en ponerla en licencia.” Reseñaron algunos medios.

martes, 28 de enero de 2014

Mensajes creativos evitan cosificar a la mujer



Una idea creativa y bien plasmada puede comunicar mejor el rol del hombre y de la mujer sin necesidad de convertirlos en objetos comerciales.
Esa fue la opinión compartida de dos publicistas en el país y de una representante del Instituto de Formación Femenina Integral (IFFI), entidad que organiza cada año el concurso Comunicar con equidad donde premian y sancionan a las empresas que emiten publicidad sexista.
Sin embargo, todo lo que se quiera comunicar debe ser expresado en el brief donde, según Nicolás Mujica, director creativo de Leche Publicidad, se define el objetivo comercial de la campaña.
Mujica dijo que hay productos y marcas donde sí o sí se debe mostrar personas y que se puede llegar al público objetivo de manera cómica, emotiva y sin necesidad de cosificar a la mujer o al hombre.
“El fin es uno solo, vender. Si queremos comunicar algo solo tenemos que conocer a la gente y se puede llegar de mil maneras”, dijo Mujica.
Al respecto, Silvia Vega, directora del IFFI, explicó que la publicidad que tiene un buen enfoque de género debe evitar los juicios de valor en el lenguaje, no presentar el cuerpo de la mujer como un anzuelo y tampoco mostrarla solo en el ámbito doméstico, sino también en espacios de responsabilidad y reconocimiento social.
“Los estereotipos que muestran a la mujer como objeto sexual mantienen situaciones de desigualdad que promueven la violencia”, dijo Vega.

Libélula versus chulupi
El IFFI premió en 2013 a tres empresas con el reconocimiento de la libélula que incentiva a las empresas y agencias publicitarias a promover la equidad de género en sus campañas y con el antipremio chulupi que, según vega promueven la publicidad sexista. En 2013 siete empresas se merecieron esta crítica

viernes, 24 de enero de 2014

Joven india es condenada a violación por enamorarse



Una mujer de 20 años fue sometida a una violación grupal de 13 hombres por orden del consejo tribal de un pueblo oriental de la India, como castigo por mantener una relación amorosa con una persona de otra cultura.

“La joven fue víctima de una violación colectiva por su relación amorosa con un joven de una localidad al este de la India y por no haber podido pagar la multa impuesta por el consejo local”, informó el responsable de la Policía del distrito, C. Sudhakar.

La violación fue en Subalpur (240 km al oeste de Calcuta) el martes por la noche, un día después de que la joven soltera de 20 años y perteneciente a la tribu santhal, fuera hallada con un musulmán.

Los consejos locales ejercen una enorme influencia en el mundo rural de la India. “Los 13 hombres, incluyendo al jefe del consejo local, que fueron nombrados en la queja fueron detenidos”, dijo Sudhakar.

El jefe local convocó a una reunión de urgencia el martes en la plaza del pueblo. La joven y su amado fueron atados a dos árboles diferentes y condenados a una multa de 25.000 rupias (400 dólares), cada uno, por haber tenido una relación.

Los padres de ella se declararon incapaces de pagar, por lo que el jefe del consejo local ordenó como castigo que fuera violada por los habitantes. El hombre quedó en libertad después de que aceptara pagar la multa en una semana. La mujer se recuperaba en un hospital del distrito de Birbhum. La violencia sexual no deja de aumentar en este país.

miércoles, 22 de enero de 2014

Primera sentencia por caso de feminicidio



El Tribunal Departamental de Justicia de Chuquisaca dictó la primera sentencia por feminicidio en el país contra un joven de 18 años de edad, quien fue sentenciado a 30 años de presidio sin derecho a indulto en la cárcel de San Roque de Sucre.

El hombre mató a su enamorada y luego la enterró en un barrio alejado de la ciudad el 25 de junio del año pasado.

“Se ha hecho justicia para la familia de la víctima, que apenas tenía 17 años y una vida por delante. Las fiscales del caso han trabajado arduamente para cumplir con todas las diligencias en el marco de las normativas y el plazo previsto de la fase investigativa y éste es el resultado a favor de la sociedad”, indicó el fiscal general del Estado, Ramiro Guerrero. El delincuente confesó el crimen y se sometió a un proceso abreviado.

La autoridad explicó que las investigaciones develaron que el asesinato derivó de una discusión de la pareja. “Él la golpeó con un objeto contundente en la cabeza, dejándola inconsciente para posteriormente asfixiarla (con una chalina), como dice el examen forense que detalla la causa de la muerte: asfixia mecánica por estrangulamiento”, precisó.

El presidente Evo Morales promulgó en marzo del año pasado la Ley Integral para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencia, que nació a raíz del asesinato de la periodista Hanalí Huaycho a manos del exteniente de Policía Jorge Clavijo.

Edith Paz Zamora el alma de la Tarija profunda

Treinta grados centígrados, las 12:30 y un diáfano y radiante cielo azul en el aeropuerto Oriel Lea Plaza auguraba una media jornada con muchas sorpresas. Era un bello día para visitar Tarija, después de una previa jornada lluviosa, según comentó con su acento cantadito un gigante sobrecargo. Era solo el inicio de nuestro fugaz paseo por la tierra de la sonrisa.

“Tienen que venir a almorzar con nosotros, hay un cumpleaños en La Floresta, es del nieto de mi hermana Rosarito, ahí charlamos de lo que quieran”, dice amablemente Edith Paz Zamora, como si nos conociéramos desde hace muchos años. En treinta minutos nos encontramos en la plaza Luis de Fuentes para ir al festejo.

Ella llegó con su túnica celeste como el cielo tarijeño y una sonrisa que contagiaba e invitaba a seguirla, antes de que podamos estrechar su mano y recibir su cálido abrazo, saludó a todo aquel que se cruzó en su camino. Es tan carismática, que pareciera que está haciendo campaña, como en otrora en su vida. Pero no, ella es así, amable, simpática y cordial. Ha sabido canalizar ese sentimiento que lleva arraigado en su alma y su temperamento de política para continuar sirviendo a sus paisanos y amigos, por eso es que hace ocho años decidió volver a su terruño.

Edith, Edisa o la Negra es una mujer muy conocida en su ciudad natal. Recorrió casi todo el país, cuando apoyaba a su hermano Jaime, expresidente de la República (1989-1993), aunque fueron más de diez años lo que trabajaron en cada proyecto y compartieron los mismos sueños. Y con pesar confiesa que tiene una deuda pendiente con Beni y Pando, que son los departamentos donde no pudo llegar. Así como su eterno amor por el proyecto político llamado MIR, que fundó su hermano y del que se apropió toda su familia y muchas familias del país.

Vivió en Sucre, La Paz, El Alto, Buenos Aires, Canadá, Francia y Bélgica, pero siempre retornó a su linda Tarija. Hoy, después de casi un lustro, se luce como una anfitriona envidiable e inigualable en un boliche que acoge a los bohemios del país. “Es una pizzería, el menú es italiano, pero la atención es con el corazón chapaco y boliviano sobre todo. No tenemos publicidad, ni sponsors, no estamos casados con ninguna marca, pero nos conocen por el boca a boca, y es en el paladar donde la gente se lleva el sabor de nuestras pizzas y nuestros coctelitos, el famoso kaj”, rie mientras trata de explicar cómo se podría escribir la manera de invitar un cóctel y tomárselo de un solo trago. “Ponele kaj y listo”.

Pizza Pazza
Pizzerías hay en todas partes del mundo, pero como la de Edith no hay dos. ¿Qué la hace especial? El lugar es acogedor, hogareño, con un decorado sui generis hecho con las propias manos de esta mujer que es el cerebro detrás de este emprendimiento que se ha convertido en el negocio familiar. Alberto ‘Tito’ Linares, su media naranja, le pone el hombro y respalda cada aventura de su Negra. Es que no es un juego permanecer casi medio siglo juntos y todavía llamarse amor con toda la dulzura del mundo.
“Aquí no solo se sirven pizzas, cócteles y vinos para calentar la garganta y la noche, también se viven veladas mágicas con gente bohemia, cantores, pintores, artistas y cientos de espectadores”, aclara la anfitriona mientras el tango invade el mentado lugar que nos llevó al sur del país.
Una pareja se luce danzando entre las mesas y los comensales el ritmo de Carlos Gardel, mientras en la caja el argentino esposo de Edith emite facturas por el consumo y bromea diciendo: “aquí todo está en regla, aunque han hecho de todo por cerrarnos el local”, y ríe lanzando una mirada cómplice a su Negra. Tal vez el pasado político de la familia Paz Zamora les continúa pasando cuentas sin merecerlas, porque los Linares Paz hoy viven de su trabajo honesto y esforzado, pero muy divertido.
Eso es tal vez lo que molesta a algunos, que en ese local ubicado en la calle Lazcano Nº 317 se vivan noches de bohemia donde la gente tiene que ser echada del lugar con mucho pesar a las 2:30 de la mañana.
“Esta casa es alquilada, abajo está la pizzería y arriba nuestra vivienda, no tenemos casa propia”, cuenta la dama tarijeña.

Un legado
Hace veintiún días, el 3 de enero se entregaron los primeros premios a artistas tarijeños y de otros lugares del país que visitan Pizza Pazza y se merecieron este reconocimiento. El trofeo se llama Edisa, como la tan reconocida anfitriona tarijeña, porque ella lo ha instituido para que no la olviden, ni su local bohemio donde se da cobijo a la esperanza, la ilusión y los sueños de todo el artista que quiere hacer conocer su obra.


“La escultura fue creada por Leon Saavedra, soy yo con mis trenzas, bailando sobre una mesa, como lo hago cada noche de jueves y viernes, cuando ya quedan los más íntimos. Quería dejar esto como un legado para que mis hijos me recuerden y puedan continuar con esta pequeña obra en pro de nuestros artistas. Hemos entregado nueve Edisas, a tres solistas, un grupo de pintores, dos grupos musicales, a Erick Ocampo, Mario Acosta y al cumpa Mico, que es un símbolo de este pueblo; y al autor de la escultura, le entregué una de mis vírgenes del kaj (pintura)”, cuenta, aprovechando que su familia se reunió con motivo de la Navidad y el año Nuevo. Por ello fue un evento memorable para los Paz Zamora.


“Pero coman su pizza compadres”, dice. Es una mix de Andalucía, Chismuri, Ranchera y Tacucha, los nombres de cuatro variedades de sabores. Luego un ‘kaj’ y seguimos los movimientos de Edith de mesa en mesa.


Qué atención señores, ella se pasea por los ambientes con su botella cargadita del mejor licor destilado de frutas y un vasito con la forma de un dedal. Es un aperitivo a la llegada y un asentativo al despedirse. Por ese lugar repleto de comensales se pasea un mozo singular, el cumpa Mico, locutor, cantor, declamador y bohemio al cien por cien que en algún momento de la noche y cuando el público se vuelve más selecto, regala un show muy al estilo de los tarijeños, perspicaz, seductor y fascinante.


Alguien pide algún tipo de música para bailar y listo se le da su gusto, alguien quiere tocar la guitarra y solicita el instrumento, otro quiere coplear, se lo escucha. De repente todos son amigos, conversan e intercambian opiniones acerca del local, el menú, los tragos, el ‘kaj’ y los anfitriones. Hasta que todos están muy alegres, Edith se sube a las mesas e invita a las más osadas a imitarla, para animar la velada.


El tiempo pasa volando cuando la cita es agradable, derrepente unas insistentes campanadas de la anfitriona anuncian que es hora de cerrar. Van apagando las luces de a poquito y luego el tintineo de una campanita anuncia la hora del adiós, todos salen con mucho pesar. La magia termina en la puerta y Edith despide a cada uno de sus clientes que se van como grandes amigos y compadres.


Esto se vivió un jueves, los viernes también tienen casi el mismo sabor, aroma y color. Cuando visite Tarija, llegue a Pizza Pazza y verá que no le mentimos. Edith y Tito son los mejores anfitriones.

La mujer
Edith recuerda su niñez, como el mejor tiempo de su vida. Hasta sus cinco años vivió en Tarija y luego su escolarización en Sucre. “Como familia de militares fuimos medio gitanos, pero mi mamacita escogió Sucre para que estudiemos, mis hermanos mayores estaban en la universidad (Mario) y en el seminario (Néstor y Jaime); después me fui a estudiar periodismo a Canadá, me casé y terminé mis estudios de Comunicación Social en Bruselas, Bélgica”.

Al regresar a Bolivia nunca ejerció, pero creó una empresa publicitaria para diseñar la estrategia de campaña del MIR. Acompañó a su hermano en las lides políticas sin desmayar. Un tiempo pasó en Argentina. Regresó a La Paz y trabajó en El Alto como directora de relaciones internacionales, puesto creado por el alcalde José Luis Paredes. Volvió a emigrar y retornó para asesorar al primer gobernador aimara, Mateo Laura Canqui, a solicitud de su hermano Jaime, fue durante el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada.

Conoció a Tito Linares, que se desempeñaba como secretario del expresidente argentino Carlos Menem y desde entonces están juntos. Hoy él trabaja como consultor externo y “cajero en Pizza Pazza”, bromea la comadre Edith.

¿Y volvería a incursionar en política? la pregunta inevitable. Ella dice: “No, porque siempre en todo lo que he hecho he comprometido alma, vida y corazón. No lo haría, aunque la política es un fuego que te quema la sangre y para toda la vida”.

¿Quiere quedarse para siempre en Tarija? Quiero dejar mis huesos y que me entierren con una bandera de seis metros que tengo en el local. A mi marido le encanta, somos felices acá, pero siempre hay que buscar donde tengamos trabajo. Ahora además de la pizzería trabajamos en el proyecto El churquial, que es un sueño que se está haciendo realidad. Tito es responsable del proyecto de cultivos de alcaparra, que pertenecen a la orden religiosa dirigida por la hermana Grazzia Michaelli. Antes yo trabajaba desde temprano haciendo pan por las mañanas y mi marido en la oficina del proyecto. Esa es nuestra vida aquí en el valle tarijeño.

Sus sueños
Sueña con lograr algún día una Bolivia y una Tarija amable. “Los años que nos han tocado vivir son muy agresivos, quiero que mis hijos y mis nietos sigan diciendo buenos días, buenas tardes, muchas gracias, permiso, lo ayudo, que no se pierda la solidaridad, que no se pierda la sonrisa, esos ojos transparentes mirándose de frente, el contacto, ese abrazo en el que sientes la piel y el calor humano”, remata la mujer que no es muy amiga del salón de belleza ni de la ropa de marca, pero si de los libros y de la música folclórica, la comadre tarijeña más amable que hemos conocido



martes, 21 de enero de 2014

Para la mujer servicio no servidumbre

En obsequio a la justicia y a la equidad el Papa aprehende profundamente la realidad actual de la mujer y, por ese sentimiento tan honesto, se distancia notablemente de sus antecesores, con dichos y hechos: “es necesario el nombramiento de cardenales mujeres”, “una Iglesia pobre para los pobres”, “me duele que la mujer realice actividades de servidumbre y no de servicio”.

Su fuera de la regla común, sensibilidad y memoria retentiva de sus orígenes precarios, que mantiene día a día presentes y activos, estructuran en sus acciones una decidida necesidad de reformas coincidentes con las de la sociedad actual, de la juventud y de la esencia primigenia de la Iglesia… y lo está haciendo en tan corto tiempo de pontificado.

Un hombre como el Papa, que ha superado el estigma del machismo puede equilibrar esta situación actual de la mujer con imparcialidad absoluta y una ecuménica comprensión de la justicia, igualdad y equidad que debe arbitrar la relación entre géneros.

El Derecho es el sistema jurídico más idóneo para preservar el orden, la justicia debe velar para que ese orden se mantenga invariable, actualizado y perfectible según los requerimientos de las sociedades actuales; los códigos sustantivos y procesales obsoletos retrasan el progreso de la legítima aspiración del ciudadano a la justicia, basada estrictamente en la norma jurídica, su aplicación correcta y exenta de corrupción y de retardación que niega al desamparado litigante la garantía del debido proceso y la solución de la controversia en los plazos procesales estipulados en el respectivo ordenamiento procesal.

Tal es, según esto, la naturaleza de la injusticia, y el Papa quiere evitar que la injusticia reduzca a las sociedades a la impotencia y que ningún ciudadano del mundo deje de creer en la justicia. El Papa desea fervientemente que los que creen en la justicia estructuren en sus espíritus la convicción inquebrantable y sostenible que les impida perjudicarse recíprocamente, y mientras exista discriminación hacia la mujer se la está perjudicando en la realización de sus individuales propósitos. Mientras persista esa tesitura no declarada pero activa en la mayoría de los hombres, se seguirá ignorando que la justicia es una virtud y la injusticia un vicio del alma, que el hombre a través de una consciente reflexión y acción a demostrar con hechos, debe transformar ese vicio en virtud.

El Papa va más allá de esta aspiración identificando y sufriendo por los que sufren; en este caso por las mujeres, de una acendrada discriminación y lo dice y prepara acciones con conmovedora convicción y, solo en él, se cumple la semántica de la palabra convicción que es doblegar la voluntad de los hombres del mundo para que renuncien a los beneficios del machismo, entendiendo que no puede existir equidad sin igualdad plena de la mujer.

La aseveración que la mujer realiza todavía labores de servidumbre y no de servicio es una verdad incontestable para reflexionar al mundo, solo podía ser concebida por un ser humano, hoy en el Papado, que ejerce su expectante, para la humanidad, católica y no católica, rol con sentimiento, solidaridad y energía de cambio, propias de un hombre que por sus oraciones se eleva a un nivel superior al de los demás.

Indudablemente nos encontramos participando en vivencias periódicas de este gran hombre, que con sus actos y acciones vaticina, casi en forma inmediata, mejores días para la mujer, situación a la cual como autor de este artículo me adhiero con ineluctable militancia.

lunes, 13 de enero de 2014

12 mujeres en busca de su identidad: Un calendario más allá de lo tradicional



Como en un bautizo, el agua envuelve a 12 mujeres que nunca antes se habían visto. Se unieron para ser la imagen —una cada mes— de un calendario que busca resaltar la identidad de cada una de ellas.

El proyecto del calendario 2014: La que soy fue gestado por la organización holandesa Hivos y la fotógrafa Wara Vargas, quien decidió que un paisaje acuático sería el escenario apropiado para las fotos, por lo que la piscina del hotel Oberland fue donde se sumergieron las modelos.

“La idea surge cuando Hivos me llama para participar de un proyecto en el que queríamos mostrar algo diferente y decirle basta a la cosificación de las mujeres”, explica Wara.

Tanto la artista como la ONG invitaron a mujeres representativas de la diversidad de la sociedad para que redescubran o interpreten la identidad del ser mujer a través de sus cuerpos.

Pero cada foto no implicaba únicamente quitarse la ropa y ya. Antes de lanzarse a la piscina hubo un proceso con dinámicas sostenidas por una especialista en género que interactuó con cada una de las protagonistas.

“Mi participación consistía en impulsar la convivencia entre las chicas para que interactúen. Que se cuenten qué sentían en las sesiones fotográficas y que compartan la experiencia”, dice la socióloga Nubia Ferreyra.

La experta señala que la intención del calendario fue romper estereotipos sobre las mujeres y hacer que ellas descubran su identidad, puedan verse a sí mismas sin complejos. “Ellas han logrado el primer paso de desnudar su alma, sus cuerpos y tratar de mostrarse como una luz y dar la pauta a otras mujeres”, agrega la socióloga. Por eso no es casualidad encontrar que los cuerpos que se ven en el calendario no sean aquellos del estereotipo del 90-60-90.

“Estaban buscando a alguien que se le note en el vientre el embarazo, me encontré con Wara y ella me vio y dijo que era perfecta para las fotos”, explica Patricia García, próxima a dar a luz, y quien posó para ser parte del proyecto. Como esta actriz, una mujer afroboliviana, dos mujeres de polleras y una transformista, entre otras más, posaron para Wara, quien logró una diversidad en edad, procedencia socioeconómica y cultural.

¿Cuál era el común denominador entre estas 12 personas? Todas, de una u otra forma, habían vivido algún tipo de violencia en sus vidas por ser mujeres.

“Todas guardamos alguna historia que nos hace más mujeres (...), el embarazo ha sido el único momento donde me he sentido violentada con una serie de problemas que me hicieron sentir víctima de violencia”, cuenta Patricia.

“Hubo una liberación, un despojo de temores y era común escuchar en todas las historias que ellas sentían que al desnudar sus cuerpos desnudaban sus almas, porque después de las dudas y el recelo había una felicidad de haber realizado las fotos sin temor”, agrega.

Y meterse en el agua causa miedo, pero los complejos, inseguridades, dudas y malas experiencias se fueron lavando y quedándose en el sitio más profundo.

“Participé en el calendario porque tengo una trayectoria como activista de la comunidad Trans Lésbico Gay Bisexual y ha sido un orgullo para mí que al quitarme la ropa todos se admiren por mi cuerpo”, explica Antonella, quien destaca que llevaba ropa sexy, que ella hizo para la ocasión.

“(Los transexuales) somos mujeres, sentimos como mujeres desde el momento en que nacemos y por eso necesitamos que el interior se exprese en el exterior, quizá por ello caemos en la cosificación”, asegura Antonella.

La fotógrafa hace énfasis en que “el objetivo del calendario es romper la mirada de estereotipos sexistas y patriarcales en cada foto, explorando la sexualidad femenina, que es diversa”.

Wara afirma que cada imagen es una protesta en contra de la mujer objeto, pero muchas veces durante las sesiones encontró que sin querer se repetía aquello.

“Durante las dinámicas yo les pedía que se suelten y disfruten en el agua, pero algunas chicas me preguntaban qué pose quieres que haga y les decía que no había poses. La idea era que encuentren la identidad en la comodidad de su piel”, revela Wara tras referirse al momento de captar la imagen para el almanaque.

Otro aspecto del calendario es que las participantes pudieron escribir una leyenda breve que las describa e interprete a cada una descubierta en el agua.Además que cada mujer escogió tres fotografías que quería que se publicasen y en las que se sentían bien representadas.

“Fue como volver a nacer y reencontrarse con una misma, me daba la sensación de estar envuelta en una burbuja por estar embarazada y sentí que esa magia se plasmaba en la foto”, dice Patricia.

El agua se tornó para estas mujeres y la fotógrafa en un útero infinito que las albergó por los tres meses en los que se desarrollaron las sesiones fotográficas.

Y como en el río Ganges de la India, el agua lavó los miedos, rompió estereotipos e hizo que 12 mujeres se desnudaran.

Tres generaciones de mujeres reivindican a la chola paceña

"Mis cholas son robustas. Sus manos son regordetas, sus facciones casi grotescas, pero imponentes, porque demuestran la fuerza de esta mujer para el trabajo. Son también leales, fieles y amorosas”, expresa Dolly Velásquez Ceballos, mientras acomoda cuidadosamente con alfileres el sombrero a una de sus muñecas de trapo que elabora para la feria de la Alasita.
Faltan 11 días para la inauguración de la feria y la mujer tiene listas cientos de cholas de trapo que expondrá en la Agencia de Empleaditas Asuntita, desde las primeras horas del 24 de enero, para que las compren "quienes quieran tener a su lado una persona leal, trabajadora y amorosa”.
"Cuando hago mis cholas pienso en quienes las comprarán y les deseo que encuentren una persona buena, que le ayude en la casa, en el trabajo”, afirma la mujer, dirigente de los artesanos más antiguos de la feria.
Dolly es la tercera generación de mujeres artesanas de la Alasita que elaboran las cholas de trapo. Su abuela Inocencia Ceballos inició el oficio a mediados del siglo XIX, cuando "la feria era un trueque con botones”.
"Mi abuela ya hacía las imillas de trapo, porque se llamaban así en esa época. Ella era también peletera y fue una de las primeras artesanas de la feria”, afirma.
Dolly recuerda muy poco a su abuela Inocencia, sólo sabe que un día perdió la hacienda donde vivía con su esposo y sus hijos y que, junto a su familia, tuvo que emigrar a la ciudad de La Paz para iniciar una nueva vida.
Encontró la oportunidad en la peletería (trabajo en cuero) y en la elaboración de objetos en miniatura, como sombreritos, zapatitos y muñequitas de trapo para venderlos en la Alasita. Inocencia transmitió ese oficio a su hija Asunta Ceballos, madre de Dolly Velásquez. "Mi madre, desde los cinco años, elaboraba y vendía con mi abuela las artesanías. Entonces los artesanos eran pocos, eso me contaba ella”, recuerda.
Corría el siglo XX y Asunta Ceballos se había convertido en una mujer que seguía elaborando las muñecas de trapo que llegaron a llamarse "las imillas (mujer joven) de doña Asunta”.
"Las imillas tenían pichicas (trenzas), porque en la artesanía se habla así, con esas palabras. Tenían los rasgos más rústicos porque mi mamá, incluso, les retorcía la nariz. Sus imillas eran un éxito total”, rememora.
Asunta era más conocida como La chola aristócrata porque vivía en Sopocachi, considerada en aquel entonces una de las más exclusivas de La Paz. "Vivía en la calle Belisario Salinas. En una oportunidad participó en un concurso en el que se tuvo que vestir de cholita, le gustó tanto la pollera que se quedó con esa vestimenta”.
Militar, artesana

Si bien Dolly creció aprendiendo el oficio de su madre, cuando terminó el colegio decidió seguir la carrera militar. "Me encantaba la carrera militar, tal vez porque mi papá, Saturnino Velásquez, fue a la Guerra del Chaco y siempre me contaba cómo había sido la guerra, cómo había sufrido. Él amaba a la patria y me transmitió ese sentimiento”, expresa.
A principios de la década de los 70 ingresó a las Fuerzas Armadas para trabajar en el bazar militar, desde donde construyó su carrera militar hasta llegar al grado de suboficial del Ejército.
Mientras tanto, su madre seguía participando en la feria de la Alasita con sus "imillas”.

En 2002 Dolly, tras 30 años de servicio, se jubiló de las FFAA y, debido a que su madre se negaba rotundamente a dejar la feria de la Alasita, tuvo que participar en ésta "a la fuerza”. En 2004 su progenitora murió a los 94 años y ella decidió continuar con esta tradición de siglo y medio que, espera, siga su hija Adriana.

Artesanía con técnica chilena
En 2005, Dolly Velásquez se encontraba de visita en Chile, donde realizó un curso de elaboración de muñecas de trapo. "Fue casualidad. Me llamó la atención el curso y lo hice. Cuando regresé a Bolivia pensé en aplicarlo, pero sabía que si no lo adaptaba a la tradición de la Alasita no tendría éxito”.
Por eso decidió adecuar la técnica a las muñecas de trapo que hacía su madre, aunque al principio le costó mucho captar la expresión de las imillas de doña Asunta. "La chola tenía que mostrar fuerza, pero verse k’achamoza”, recuerda.
En 2006, Dolly sacó sus cholas de trapo a la feria de Alasita, en su puesto Agencia de Empleaditas Asuntita, y resultaron un éxito, tanto que artesanos de Perú llegaron a comprar su novedad. Lamentablemente, las cholas de trapo de Dolly que salen del país lo hacen con la etiqueta de "hecho en Perú”. "No puedo hacer nada porque ponerle mi nombre costaría mucho”, se queja.

miércoles, 8 de enero de 2014

Mujeres que por sus éxitos son ejemplos dignos de seguir e imitar




Ellas lo lograron, se propusieron metas y las alcanzaron con trabajo y confianza en sí mismas.
Los tiempos han cambiado y en la actualidad el universo del emprendimiento ha dejado de ser un mundo de hombres, porque ya son muchas las mujeres que se encuentran al frente de un negocio. Así que no dejés que nada te frene, seguí el ejemplo de estas damas y dedicate a hacer lo que más te gusta, este puede ser tu año para adquirir la autonomía económica que tanto has anhelado.

Marina Suárez Arana
Desde el portón de la casa de sus progenitores, donde funciona su microempresa, el olor de sus horneados enganchan de la nariz a todo visitante y lo conducen al interior. El aroma del queso, la leche, el maíz y el almidón se mezclan y se apoderan de los sentidos.
Ella decidió hacer crecer este emprendimiento familiar porque estudió Tecnología de Alimentos y adquirió conocimientos para industrializar la producción de cuñapeses, calitas y tortas de maíz y rosquitas de arroz.
Su madre, Luz Marina Mercado, inició el negocio en provincia mientras ella y sus hermanos estudiaban en esta capital y vendían los horneados, que con el paso del tiempo se convirtió en su principal fuente de ingresos. Las dos Marinas han paseado sus horneados por dos versiones de Expocruz, Agropecruz, Expomype y Gobercruz. Han recibido premios de la Cainco y entregan a los principales supermercados de la ciudad, envían también a La Paz, Sucre, Cochabamba, Tarija y Beni.

Gabriela Molina
Acaba de pasar Navidad y su tienda luce desolada. “Es maravilloso, la gente arrasó con todo en estas fechas, estoy muy contenta”, comenta la propietaria de Happy Pills, un negocio de dulces con mensajes positivos. Al mismo tiempo se apresta a llenar los estantes.
Es economista y realizó una maestría en Recursos Humanos en España, de allá trajo su idea de negocios que contextualizó. Arrancó el 5 de septiembre de 2013, ya tiene solicitudes de abrir islas en centros comerciales y sucursales en otros departamentos.
Gabriela dice que para emprender un negocio hay que estar convencida al cien por cien, hacer números y animarse.

Mei Lin Cortez Sánchez
Empezó su negocio el 5 de agosto de 2012, con el nombre “MiAby alfajores” en honor a su mamá que falleció hace tres años. Inició con ventas a su familia y amigos, el producto tuvo buena aceptación por el sabor y calidad que rápidamente los clientes aumentaron.
Todo esto impulsó a esta ingeniera química a participar en las ferias Expomype y Gobercruz 2012 y 2013, donde los resultados fueron sorprendentes. Este año obtuvo el reconocimiento al Mejor producto en la Gobercruz 2013.

Prince Ardaya
Junto a sus hermanas Teresa y Elena lleva adelante su empresa Carteras Prince, desde hace cuatro años. Quedó viuda muy joven y se desempeño como secretaria ejecutiva. Quién iba a pensar que con los años y sus conocimientos en costura decidiría abrir un negocio a pesar de que sus conocimientos son empíricos. Por ello se considera vencedora, ha tenido buena aceptación y un reconocimiento en la Gobercruz 2013, porque los años no han sido obstáculos para realizar sus sueños.

María Isabel Rojas
Bakery Depot (deposito o almacén de pasteles) es un emprendimiento de Maria Isabel Rojas y el Grupo Empresarial R y Q Inversiones S.R.L. por la necesidad de insumos de calidad para la pastelería en el 2012. Cuenta con tres representaciones para Bolivia (Barry Callebaut, Arcolor y Grupo Vilbo).
Esta licenciada en Márquetin y Publicidad y pastelera formada en Mausi Sebbes, de Argentina, asesora en desarrollo de menús dulces para restaurantes, hoteles, cafés y pastelerías.

Solángela Yamashiro
Profesional en Ingeniería Comercial, se animó a lanzar su línea de concentrado de refrescos con pulpa congelada de frutas (mango, acerola, frutilla y tamarindo) bajo el nombre de Industrias Prácticas. Es un emprendimiento que cuenta con el respaldo familiar y el apoyo de su socio, Miguel Ángel Señoranis.
“Hay que ser valiente y con mucho coraje, hay que meterle ganas al emprendimiento de tus sueños”, aconseja.
En concreto, definitivamente las mujeres somos la suma de incontables talentos