miércoles, 16 de enero de 2013

María Lourdes Castedo, una supermujer

Emprendedora. Casada y educando a sus cuatro hijos, decidió seguir otra carrera universitaria, para apoyar a su retoño más pequeño. Eso la llevó a crear un jardín de infantes donde aplica el método Kumón

Fotos Jorge Uechi
Redacción Aida Domínguez

Es una mujer nacida en esta llanura grigotana, con todo el carisma de la fémina cruceña, llena de energía, con mucha chispa, profesional, madre, esposa, empresaria y deportista; además, llena de valores, de aquellos que se inculcaban antaño, con el desayuno de cada mañana en las solariegas moradas del casco viejo de la ciudad. Es sensible, solidaria, caritativa y muy alegre. “Soy carnavalera de corazón, pues nací en febrero”, asegura con mucho entusiasmo.

Pero eso no es lo más importante en la vida de María Lourdes. Estudió Administración de Empresas en Estados Unidos y Sicopedagogía en la Universidad Católica de Santa Cruz, cuando nació su cuarto hijo. Este acontecimiento la hizo reflexionar sobre la necesidad de seguir esta carrera. Formación que le abrió las puertas para un emprendimiento que le marcó la vida: Pasitos.

¿Qué la impulsó a crear una empresa para los más chiquitos de la casa?
Cuando nació mi cuarto hijo, Percy, me preocupé mucho por su desarrollo, porque él vino prematuro. Entonces decidí estudiar sicopedagogía para saber como estimularlo en su crecimiento cognitivo. Fundé primero Pasitos, porque hace 14 años no había guarderías que acogieran a niños recién nacidos. El 2004 abrigué el método Kumón y lo apliqué en el jardín con mis niños desde los tres años de edad.

¿El jardín maternal es su mundo?
Sí, aqui transcurre mi vida día a día, este es mi trabajo y mi pasión, ahora que mis hijos están grandes.
Este es mi jardín, no me gusta llamarlo guardería. Me ha movido siempre el tema de la estimulación de los infantes, eso despertó mi último hijo en mi, desde que nació, no era tanto el ver quién lo cuidaba, porque eso era fácil, lo importante era descubrir y fomentar la manera de estimular su crecimiento.

¿El instituto Kumón fue el otro paso?
Eso fue inspirado también en mi chiquitito. Como el permaneció un mes en la incubadora, porque fue prematuro, tenía el temor de que le hubiese faltado oxígeno al ser trasladado de un lugar a otro. Gracias a Dios eso no pasó y él se desarrolló normalmente, pero fue mi fuente de inspiración para superarme y aprender más sobre los niños que puedan necesitar de más apoyo y atención en su desarrollo.

¿Valió la pena el esfuerzo?
Por supuesto, al tener mi niño problemas de atención, con Kumón aprendí a orientarlo y logramos superar eso, ahora está en la universidad, es un estudiante destacado. Ambos estamos muy orgullosos de este proyecto, que es una realidad desde hace muchos años. La motivación por ver a mi niño crecer con una buena disciplina de vida hizo que pusiera el alma y el corazón en este emprendimiento, así como todo lo que nos hemos propuesto como familia.

¿Cómo hace para atender los dos centros Pasitos?
En Pasitos sur trabajo los días lunes, miércoles y viernes y en el del norte estoy los martes y jueves. Comparto la atención de mis dos unidades con mi hermana Mariela Castedo, a quien animé para que me ayude con el crecimiento de la empresa, porque hasta hace tres años no encontraba a quien pudiera confiar la responsabilidad de tener a los niños. Es que hacerse responsable de los hijos ajenos es un gran compromiso, no es nada fácil cuidar física y emocionalmente a niños que nos encomiendan, es un gran reto y debemos tener la vocación para atenderlos como si fueran nuestros.

Usted es educadora y conoce sobre el tema. ¿Bolivia en qué nivel está?
La mejor educación es la de Finlandia y he investigado qué nos hace diferentes a ellos. Hay diferencias abismales, allá están educando para el mundo y aquí educamos para nosotros, aprendiendo lenguas maternas retrocedemos en el tiempo, eso no nos servirá afuera de nuestras fronteras. Los finlandeses están universalizando a su gente.

Además es deportista, ¿cómo se da tiempo para ello?
Soy muy inquieta y siempre fui deportista, he practicado muchas disciplinas, tenis, voleibol, natación y hace cinco años empecé a correr. Me entusiasmó la idea y comencé de a poco, mi estado físico me ayudó.
Hay que seguir todo un proceso para correr en una maratón. Mi sueño es ir corriendo por todo el mundo. He participado en todas las maratones de Santa Cruz, he estado en Argentina, en Chile, en Colombia, en Estados Unidos y ese uno de mis motivos para viajar. Donde hay una carrera yo participo apoyando el esfuerzo que hacen los organizadores para promover la salud.

¿Qué come?
Nunca me he privado de nada, por ser deportista necesito alimentarme bien y al ser hija de médico aprendí a tener una alimentación saludable, como muchas frutas y verduras, poca carne, pero la remplazo con granos. Gracias a Dios nunca fui gorda, ni siquiera cuando estaba embarazada (ríe).

¿Es aficionada a la ropa y los salones de belleza?
Soy muy coqueta pero no le doy mucho tiempo a eso, es que soy muy inquieta y no puedo estar sentada en la peluquería horas y horas. Tampoco me muero por la ropa de marca, tengo ropa fina pero muy seleccionada y para ocasiones especiales.

¿Qué le falta hacer?
Siempre soñé con tener un orfanato, ahora apoyo a mi esposo con el hogar Mis pequeños hermanos, que se encuentra en Portachuelo, es un proyecto de laicos y le estamos poniendo el hombro. (Se emociona hasta las lágrimas).
También ayudo a la fundación Fonbec, tengo tres niñitos casi como adoptados a los que fomento para que no dejen de asistir a la escuela, pero no solo es dinero, también hay que darles cariño. Es solo un granito de arena entre tantas necesidades que hay en el mundo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario